México es un país lleno de riesgos para las niñas, niños y adolescente, la falta de oportunidades para tener una vida digna o la falta de un cuidado adecuado los convierte en presa fácil del crimen organizado, la trata de personas, el consumo de drogas, etc.
Entre el 2010 y el 2017, 10,547 menores de edad fueron asesinados en México (Unicef); 5,888 niñas y niños están bajo proceso o con sentencia (INEGI); en la actualidad se registran 2,310 personas de 0 a 17 víctimas de trata de personas (SESNSP). Y las cifras negras no terminan, hay muchas más que puedo seguir mencionando, para reafirmar situaciones de las que estamos conscientes que están ocurriendo. Sin embargo, lo importante es saber ¿Qué podemos hacer para proteger a nuestras juventudes?
Si eres madre o padre quizá has tenido que recurrir a una excesiva vigilancia de tus hijas e hijos, limitar permisos, recordarle de los peligros que hay afuera para atemorizarnos. No obstante, en ocasiones puede resultar contraproducente, al final son personas en desarrollo que necesitan tener una vida lo más normal y nutritiva posible, ir a la escuela, tener amistades, conocer nuevos lugares, etc.
Lo esencial es educarlas y educarlos para que puedan autocuidarse ¿has escuchado hablar de la pedagogía de Don Bosco o pedagogía de la prevención? Don Bosco fue un sacerdote, educador y escritor italiano del siglo XIX que se preocupó por la educación de las niñas, niños y adolescentes que vivían situaciones de explotación laboral, violencia, etc.
Su modelo educativo propone una educación integral que está cimentada en tres pilares:
La razón, a través del cual se les enseña a razonar sobre sus acciones, por qué y para qué hago lo que hago, de esta manera es posible visualizar el impacto de las decisiones que pueden tomar.
El amor, según Do Bosco “la felicidad de un joven es saber que es amado”, no solo es decirles que los queremos sino estar para darles soporte a la hora de resolver sus dudas existenciales, que se sientan acompañados, no es vigilancia sino una presencia formativa y constructiva. De esta manera su vida cobra sentido y pueden enfocarse en desarrollar sus talentos.
La religión, para Don Bosco impartir una educación espiritual es parte esencial de su propuesta pedagógica, a partir de ella se pueden desarrollar habilidades humanas y sociales que le beneficien en su convivencia dentro de la sociedad.
Otro aspecto destacable de la pedagogía preventiva es la importancia del tiempo de ocio para jugar, aprender artes y salir de excursión.
Yolia AC es una fundación sin fines de lucro que retoma la pedagogía de Don Bosco para brindar educación a niñas y adolescentes que han vivido situaciones de violencia, abandono que incluso han estado en situación de calle.
Además de educación, Yolia AC proporciona un techo, alimentación en sí un hogar para sus beneficiarías. Fundación Grupo Andrade apoya a esta institución para seguir impulsando el bienestar de cada niña en más de una manera; invita a las pequeñas a realizar actividades recreativas, promueve las campañas de recolección de fondos y da recursos para llevar a cabo actividades educativas.
¿Si te preguntas de qué manera puedes contribuir? Brindado tu respeto y reconocimiento a estas niñas y adolescentes que son muy valientes, muchas de ellas saben que pueden regresar a su hogar o a las calles pero deciden permanecer en Yolia AC para convertirse en personas extraordinarias.
POR DULCE GALINDO VILLA
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