DIPLONOTAS

Incertidumbre en la OTAN

Resulta paradójico que se hable de su vulnerabilidad a raíz de las ideas de una sola persona, Donald Trump

OPINIÓN

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Beata Wojna / Diplonotas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A medida que aumentan las posibilidades de que el expresidente Donald Trump se convierta en el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, crecen las preocupaciones en Europa. Existen múltiples razones en el ámbito económico y medioambiental para inquietarse. Sin embargo, la principal amenaza actual se centra en la seguridad de Europa cimentada en la Alianza Atlántica (OTAN) desde 1949 y fortalecida desde 1999 con la llegada de los primeros países postcomunistas del antiguo Pacto de Varsovia que se sumaron a esta organización.

La OTAN, una alianza político–militar, celebrará su 75 aniversario lo que ha llevado a algunos a preguntarse si este podría ser el último año de la organización con los Estados Unidos a bordo. Aunque las probabilidades de que Trump retire a los EUA de la Alianza son bajas, es bien conocida su crítica y reticencia para defender a los europeos que viven la peor crisis de seguridad como consecuencia de la guerra de Rusia contra Ucrania.

Se considera que el regreso de Trump debilitaría a la OTAN. La efectividad de la organización depende de la solidaridad de sus miembros, vinculados por el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, y de la capacidad de disuasión y defensa convencional y nuclear de los Estados Unidos cuya contribución a la OTAN equivale a 70 por ciento del gasto de defensa de la OTAN frente a 30 por ciento que proporcionan los europeos y Canadá.

Ahora bien, hay que reconocer también que Europa lleva al menos dos años fortaleciéndose en respuesta a la agresión rusa en Ucrania. Según SIPRI, de los 36 países de Europa central y occidental, 23 aumentaron su gasto militar en 2022 entre un 0.4 y un 45 por ciento, con varios países cercanos geográficamente a Rusia y Ucrania, todos ellos miembros de la OTAN, que tuvieron un crecimiento anual muy pronunciado. En la OTAN hay 10 países europeos que gastan al menos 2 por ciento del PIB en defensa.

Además, varios países del continente optaron por cambiar sus políticas de seguridad, iniciando modernización de las fuerzas armadas, caso de Alemania, o renunciando a su neutralidad y entrando a la OTAN, casos de Finlandia y Suecia. Aunque a Suecia le falta aún la última ratificación por parte de Hungría, después de que Turquía concluyó su proceso, no cabe duda de que la Alianza celebrará su siguiente cumbre en Washington entre el 9 y el 11 de julio con 32 países miembros y, probablemente, un nuevo secretario general que sustituirá a Jens Stoltenberg.

Resulta paradójico que se hable de la vulnerabilidad de la OTAN a raíz de las ideas de una sola persona que podría convertirse en presidente de los EUA, pero esta es la realidad. Aunque en el fondo no sabemos qué rumbo adoptaría Trump, el único camino para los europeos esté quien esté en la Casa Blanca, es fortalecer sus propias capacidades de disuasión y defensa, profundizar la cooperación con Francia y Reino Unido que poseen armamento nuclear y seguir apoyando a Ucrania para que Rusia no se atreva a atacar otro país.

POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES, TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA

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