Que todo cambie para que todo siga igual (Giuseppe Tomasi di Lampedusa / 1896-1957). Así con la 4t. La misma ‘mafia del poder’ y, además, una nueva.
Los que juraron barrer la corrupción, la guardaron debajo del tapete. Los que prometieron un mejor sistema educativo (uno donde la palabra ‘calidad’ se diera por sentado) y uno de salud como el danés, los han reventado. Ambos hechos añicos.
¿La crema y nata del empresariado? Sin cambio. Los funcionarios del priista tricolor se enfundaron en una prenda color vino, con la leyenda ‘Morena’, e invitaron a sentarse a la mesa a los conocidos magnates de siempre. Si es fácil reconocer a los políticos solo por su corte de pelo (no hace falta verles su cara), ni se diga a los empresarios multimillonarios. Se cuentan con los dedos de las manos (si acaso ahora también con los de los pies cuando se contabilizan a los del clan obradorista…).
De lado de los políticos ahí siguen AMLO, Bartlett, Monreal, Ebrard, Gertz Manero (¿sí se acuerdan que fue panista?…), Ovalle (Segalmex), y una larga lista que, cada vez que pasa una elección, se sigue acrecentando con ex priistas.
Cambió la etiqueta del gobierno, pero los mega ricos cercanos al mismo no. ¡Hasta les ha ido mejor! Carlos Slim, el más ilustrativo. Este hombre no podía faltar, de hecho incrementó su fortuna gracias a Andrés Manuel. Adiós al NAICM, hola al derrumbe en la línea 12 del Metro capitalino, pero bien que ha participado en la construcción del Tren Maya… y otros caprichos de Palacio.
Parte de la oligarquía que tanto critica López Obrador conforma su consejo empresarial. En otras palabras, teóricamente le asesoran en temas económicos... Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas; Bernardo Gómez, copresidente ejecutivo de Televisa; Olegario Vázquez Aldir, director general de Grupo Empresarial Ángeles; Carlos Hank González, presidente de Grupo Financiero Banorte; Daniel Chávez, presidente de grupo Vidanta (el único que no había estado con otros presidentes); Miguel Rincón, presidente de BioPapel; y Sergio Gutiérrez Muguerza, presidente de DeAcero.
El presidente podrá decir que personajes como Claudio X. González no tienen cabida en la oligarquía que él cobija (ha cobijado) , pero tampoco estuvieron con Peña Nieto, ni con Calderón... Ninguna novedad, excelencia o medallita que presumir por ahí…
No, nada ha cambiado. Las empresas y la oligarquía siguen su rumbo tranquilamente con el gobierno en turno. Los mismos que renegaron y siguen renegando de la clase privilegiada solo de dientes para afuera (nunca de su dinero, de sus obras o de sus intereses).
Ahora que el expresidente Zedillo estuvo en México, López Obrador se quejó de la oligarquía que había rodeado al ex mandatario. ¡Qué burdo! Es la misma que lo acompaña a él. La que, a menos que suceda algo extraordinario, rodeará a Claudia o a Xóchitl.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
COLABORADORA
PAL