OTROS ÁNGULOS

Este año nos irá peor

Este año y los que vienen tendremos más turbulencia en el aire, ciclones y tsunamis, sequías y sus respectivos incendios e inundaciones

OPINIÓN

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Raúl Cremoux / Otros Ángulos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Es imposible ocultar el cambio del clima en todo el planeta. Groenlandia pierde sus masas de hielo permanente, los polos (Norte y Sur) se derriten, las tormentas en Asia son incontenibles, el número de incendios en Canadá y en toda Europa rebasan las centenas; ciclones como el Otis que destruyó Acapulco son cada vez más numerosos y fuertes; las sequías abruman en América del Sur al igual que en el Oriente Medio.

Mientras el país se apresuraba a las celebraciones decembrinas, en Dubai terminaba la cumbre climática COP28 que reunió a 117 países, 43 organizaciones independientes y más de un centenar de expertos y observadores.

Con las resoluciones —que no son vinculantes—, la Cumbre pidió a los países acelerar la transición para alejarse de los combustibles fósiles con el fin de eliminar gradualmente todo lo que impida el uso de energías limpias y renovables como la fuerza maremotriz, eólica, solar y hasta nuclear y así llegar al año…2050. Aún con esa distancia que muchos nunca llegaremos a ver, los países productores de petróleo alineados en la OPEP con el concurso de Venezuela, se negaron a admitir reducciones en la explotación petrolera.

Sobre la necesidad de reducir las energías que provocan el cambio climático, tenemos más de sesenta años con un claro acentuamiento en los últimos 25 sin que se logre una ruta clara sobre cómo lograr cumplir con estos objetivos.

Además, se ve muy lejos el que se logre pactar una desaparición de la energía fósil aunque los fenómenos con los que responde la naturaleza sean cada vez más fuertes y destructores; en consecuencia, este año y los que vienen tendremos más turbulencia en el aire, ciclones y tsunamis, sequías y sus respectivos incendios, inundaciones, desolación por doquier y las consecuencias de estos elementos sin control.

Contrariamente a lo que indican la razón y los innegables trastornos que ya todos padecemos, las autoridades mexicanas siguen aumentando la compra y hechura de refinerías, el uso del carbón y del metano para producir gasolina, diésel y gas.

Es decir, van en sentido contrario a lo que son las energías deseables para salvar al mundo de un colapso que ya anticipamos con los avisos que cada año son más claros y numerosos.

La representación mexicana esgrime que colabora con la construcción del Tren Maya lo que parece una burla por la destrucción de miles de hectáreas de la selva yucateca. Y va por más cuando habla en ese foro del programa llamado “Sembrando Vida” que lleva a los campesinos a arrasar sus terrenos para recibir una compensación económica para sembrar algunos arbustos.

Obviamente no se dice con qué acciones, leyes y cuándo se logrará llegar a la utilización de energías renovables que nos liberen de cargar con Pemex, —empresa quebrada—, y los malogrados usos del combustóleo, gas, carbones generadores de un desarrollo eminentemente capitalista y de lo que nada se dice ni se hace para impedir que cada año nos vaya peor.

POR RAÚL CREMOUX

ESCRITOR Y PERIODISTA

@RAULCREMOUX

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