COLUMNA INVITADA

Llaman terrorismo a la guerra de los pobres y guerra al terrorismo de los ricos

Tras 100 días de infamia, se da la primera resolución conforme al Derecho Internacional que, aun cuando es parcial, es una clara censura a Israel por parte de la Corte Internacional de Justicia (“CIJ”)

OPINIÓN

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Diego Latorre / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Frase de Alfonso Sastre, es un cruel recordatorio de nuestra realidad. Basta con posar la mirada en la otrora Canaán para certificarlo. Un poco más 100 días bastaron para empezar, oficialmente, a reconocer lo que ha sido evidente desde el inicio: el ataque de Hamas fue un acto terrorista inimaginable, inhumano, cobarde y sin justificación alguna, aun cuando existan precursores insoslayables de esta violencia atroz, pero la respuesta de Israel ha superado la ficción; ha supuesto una desmemoria inaudita de la historia, especialmente del sufrimiento del pueblo judío durante el Holocausto, y ha revelado, sin tapujos, al terrorismo de Estado. 

Tras 100 días de infamia, se da la primera resolución conforme al Derecho Internacional que, aun cuando es parcial, es una clara censura a Israel por parte de la Corte Internacional de Justicia (“CIJ”) que le ordena el cese inmediato de violaciones a la Convención sobre el Genocidio. Es una victoria para el movimiento de derechos humanos palestinos y, desde luego, para la población civil en Gaza.

La CIJ consideró plausible que Israel hubiera contravenido el tratado internacional (oficialmente conocido como Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio) y, en un fallo de dieciséis votos contra dos, ordenó a Israel que cesara todas las violaciones, incluidas, la matanza y asesinatos de civiles palestinos, así como la de imponerles condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física como pueblo. En dos fallos de dieciséis a uno, la CIJ también declaró que Israel debe prohibir la incitación al genocidio por parte de sus principales líderes y permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.

La Corte no ordenó un alto el fuego, aunque se esperaba que pudiera haberla ordenado; sin embargo, también es cierto que durante el conflicto entre Bosnia y Herzegovina se solicitó una medida provisional similar en contra de Yugoslavia en los años 1990, que la CIJ tampoco la concedió. Si bien Sudáfrica (Estado reclamante) tiene razón al plantear directamente esta cuestión, era poco probable que la CIJ la aceptara, con el añadido de la problemática que implica esperar que Israel la cumpla.

No obstante lo anterior, se trata de una masiva y abrumadora victoria por parte de Sudáfrica, actuando a nombre de los palestinos, contra Israel, pues, en realidad, allana el camino para que la Asamblea General de la ONU pueda suspender a Israel y que la Corte Penal Internacional pueda procesar a funcionarios israelíes por actos de genocidio. 

Al final, ni el genocidio de Israel ni sus políticas de apartheid terminarán de un plumazo judicial, pero lo resuelto por la CIJ es, sin duda, una victoria para los derechos palestinos en general y tiene el potencial de ayudar a construir el movimiento que ponga fin al ataque de Israel contra Gaza.

POR: DIEGO LATORRE LÓPEZ

@DIEGOLGPN

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