POLÍTICA PARA A´MAR

Intercampaña: el descanso previo a la carrera final

El intervalo de ajuste y perfección antes del arranque de campaña

OPINIÓN

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Marlene Mizrahi / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Todo proceso electoral en México consta de tres etapas: precampaña, intercampaña y campaña.

El propósito de las primeras dos es regular las competencias internas de los partidos y coaliciones. Ambas están basadas en el supuesto de que, dentro de las organizaciones partidarias, varios militantes aspiran a una candidatura y compiten internamente por obtenerla. La tercera está dirigida a los votantes.

Las normas de cada tramo son resultado de la “era priista” y la consecuente búsqueda de equidad entre partidos. Se definieron reglas, principalmente sobre el financiamiento, tiempos y uso de medios de comunicación.

Los lineamientos de la precampaña e intercampaña se basaron en la época en la que eran comunes las competencias internas mucho antes del arranque oficial de las campañas. Sin embargo, las fuerzas políticas han encontrado rutas que les permiten destacar con pre-precampañas: sus procesos internos se adelantan a las precampañas y definen, en algunos casos, precandidatos únicos.

En papel, durante la precampaña, los aspirantes a una candidatura realizan distintos actos dirigidos a los militantes de los partidos, con la finalidad de obtener su respaldo y ser postulados como candidatos. Dura 60 días. Con precandidato único, se destinan todos los recursos a la promoción de un solo perfil.

Concluido este periodo, viene la intercampaña. Son 41 días en los que se revisa el uso de recursos de la precampaña. Por su parte, los partidos políticos resuelven posibles diferencias sobre la selección interna de candidatos y hacen su registro. Con precandidatos únicos, se aprovecha este tiempo para ajustar la estrategia de movilización y comunicación.

Finalmente, un día después, inician las campañas. Los candidatos realizan actividades durante 90 días para obtener el voto del electorado. Los precandidatos únicos entran con metodología perfeccionada.

Nos encontramos ahora en intercampaña. Un periodo de descanso. Uno que marca limitaciones en la participación de los precandidatos, al tiempo que permite la continuación de mensajes de gobierno y la difusión de spots genéricos por parte de los partidos.

En las últimas dos entra la estrategia de intervalo de las fuerzas políticas, pues han de buscar que sus comunicados ayuden o perjudiquen a un candidato o partido político.

El presidente se ha preparado para ello, ya que intencionalmente presentará sus reformas constitucionales en esta etapa. El mensaje que mandará es muy sencillo: él si quiere y sus adversarios no, ¿por quién van a votar?

De forma casi contraria, la alianza opositora publicó sus listas de plurinominales repletas de perfiles de la cúpula política. No incluye a ningún ciudadano y evade su propuesta de tener un “pacto de poder ciudadano”.

El descanso tiene la intención de prevenir el agotamiento, su gestión afecta la carrera final.

POR MARLENE MIZRAHI
COLABORADORA
Twitter: @MARLENEMIZRAHI

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