MALOS MODOS

Un nuevo acuerdo con Cuba

Cuesta trabajo entender qué podría obtener México de un intercambio semejante

OPINIÓN

·
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pues Jenaro Villamil, titular del “Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano”, se fue a firmar un acuerdo con Onésimo Castillo, vicepresidente del “Instituto de Información y Comunicación Social de la República de Cuba”.

La idea es propiciar el “intercambio de experiencias, capacitación y asesoramiento para promover la inclusión de nuevas tecnologías, el desarrollo de plataformas digitales y para la formación de capital humano”. Ya de paso, nos dicen, van a combatir las fake news; la “infodemia”, ya saben. Ah, y va a haber coproducciones, audiovisuales y para radio. 

Cuesta trabajo entender qué podría obtener México de un intercambio semejante. Supongo que les mandas a alguna figura súper magnética y profesional, como Sabina o el Smol, a que les de un cursito y a que se regrese con unos VHS de discursos de Fidel, firmas de convenios con Kim Il-Sung y rolas de Silvio para el horario estelar de Capital 21, junto con la caja de Cohiba, el roncito y un productor emparentado con Díaz-Canell.

Algo así. Porque, no sé si se han dado la vuelta por Cuba a últimas fechas, no está el socialismo caribeño precisamente en la vanguardia tecnológica. Aunque eso es lo de menos. En realidad, el acuerdo entero es una larga secuencia de chistes que se cuentan solos. Ese es el primero.

El segundo es que uno de los objetivos sea “combatir las fake news”. Cuba, fake news. Leyeron bien. El tercero de los chistes, claro, es el argumento, expuesto por el propio Jenaro en X, de que, igual que con Cuba, el México de la 4T ha firmado convenios con, digamos, España, Chile o la agencia EFE. Que no hay que exaltarse, pues.

Da un poco de pena tener que recordarle estas cosas a un veterano luchador por la libertad de expresión, pero no es en el desarrollo tecnológico en lo único que Cuba es una vergüenza: lo es también en términos de los derechos humanos, de las garantías individuales, de casi cualquier libertad de elegir y por lo tanto, de manera natural, de la libertad de expresión. Vamos, que es un modelo de opresión analógica.

De atraso autoritario. De tiranía con antenas de conejo y máquinas de escribir monopolizadas por el Estado.

En resumen, el otro chiste que se cuenta solo es que el país de los chicos de 14 años encarcelados por protestar; del Granma; del internet súper restringido; de la prohibición, en su momento, de los Beatles o los Rolling Stones, de todo Hollywood menos Oliver Stone y de cuatro quintas partes de la literatura en lengua inglesa; el de los poetas y periodistas represaliados o exiliados, es decir, el país de la dictadura de los 64 años y pico, tenga los huevos de llamarse “República de Cuba”, a expensas de los contribuyentes mexicanos.

Al mismo tiempo, llegó a este país un cargamento de vacunas Abdala. No caducas, al parecer.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ