PORTAZO

El disfraz del atentado

Al café matutino para brindar por la paz, acuden diariamente representantes de la Secretaría de Seguridad estatal, de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina, de la Guardia Nacional, de la Fiscalía General de la República y del gobierno federal

OPINIÓN

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Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Cuando la balacera en contra del convoy de seguridad del fiscal del Estado de México, José Luis Cervantes, quiere ser presentada como producto del malhumor de un iracundo automovilista, esa misma versión exhibe el enorme deterioro de la seguridad en la administración de Delfina Gómez, a pesar de las soporíferas reuniones matutinas pomposamente llamadas “Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz” (copia de las inútiles reuniones mañaneras del Presidente antes de sus conferencias de prensa).

Como se sabe y se exhibe, la paz no se logra en una mesa de coordinación, “con el objetivo de garantizar la seguridad y la paz de las familias mexiquenses”, como dijo ella misma a los tres días de iniciado su mandato (o el de Horacio Duarte si se busca precisión), si cualquiera saca un cuerno de chivo y dispara contra un convoy de la fiscalía.

A pesar de la forzada concurrencia y las humeantes tazas de café, en el estado, la violencia alcanza grados terroríficos. Uno de los peores ejemplos de esta fragilidad ha sido, indudablemente, la historia de Texcapilla, cuyos secuestros no han sido aún resueltos del todo, a pesar del servicio del general Claudio Huizar, emergente de la Guardia Nacional en Texcaltitlán.

Al café matutino para brindar por la paz, acuden diariamente representantes de la Secretaría de Seguridad estatal, de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina, de la Guardia Nacional, de la Fiscalía General de la República y del gobierno federal.

Ahí planean la estrategia y de seguro leen —por lo menos— las noticias de los diarios. Como estas, quizá:

“…Elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) localizaron un vehículo con características de taxi en el que se hallaron cuatro cuerpos sin vida en el municipio de Valle de Chalco.

“Los fallecidos, que estaban dos en la cajuela y dos en los asientos traseros de un automóvil marca Nissan, tipo Tsuru, presentaban indicativos de haber sido ejecutados”.

Más allá de la ruin redacción de esta nota, la información desnuda una vez más la gravedad en cuanto al desastre de investigación, prevención y castigo del delito en el Estado de México.

Ayer por la mañana todos en la ya dicha reunión pacificadora aplaudieron la llegada del señor fiscal. Nunca habían baleado a un funcionario de ese rango.

José Luis Cervantes es hijo del general Enrique Cervantes Aguirre, extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional. Casualmente, Omar García Harfuch, víctima también de un atentado (aunque este más claro), es nieto de otro general secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán.

Coincidencias de la vida, cuya circunstancia pudo hacerlas, también, coincidencias de la muerte.

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

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