El nearshoring es una gran oportunidad para detonar un mayor crecimiento del sector agroalimentario nacional, toda vez que México debe fructificar la ventaja geográfica que tiene al ser vecino de uno de los mayores consumidores globales, así como el tratado comercial que sostiene con Estados Unidos y Canadá.
Aprovechar nuestra ubicación estratégica para atraer inversiones al campo, así como potenciar la capacidad y competitividad de los productores nacionales, pero también para solucionar problemáticas añejas como el respeto a los derechos laborales y establecer prácticas de sostenibilidad para el largo plazo.
Desde septiembre del año pasado, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, durante un encuentro organizado por la American Society Mexico, resaltó que el nearshoring es una oportunidad invaluable para impulsar el desarrollo, el empleo y la competitividad del sector.
La oportunidad es aún mayor para la atracción de inversiones en el sur-sureste de México, zona en la que el acceso al agua, a la mano de obra y una mayor cantidad de tierras rurales la ubican como un gran atractivo para el desarrollo de negocios exportadores.
Sin embargo, es necesario que se establezcan políticas públicas que se enfoquen en una mayor tecnificación, acceso a financiamiento, así como uso responsable del agua y prácticas que sean respetuosas con el medio ambiente.
Uno de los grandes proyectos impulsados por el actual gobierno, que será crucial para que los agronegocios puedan detonar todo su potencial especialmente en el sur del país, es el Tren Transístmico, con el que se crearán condiciones de transporte y comunicación mucho más adecuadas y eficientes de las que se tuvieron históricamente, y con las que sí cuenta el norte y centro del país.
Es innegable que fortalecer la infraestructura y la seguridad en nuestro territorio es primordial para el traslado de los productos de nuestro campo, pero también es un factor decisivo para que las inversiones de otros países decidan establecerse con operaciones permanentes.
México, Estados Unidos y Canadá conforman la región más dinámica del mundo, su complementariedad ha logrado que en los últimos años hayamos alcanzado cifras récord de exportación en productos como Tequila, cerveza, berries, aguacate y limón, mientras que las importaciones de granos y oleaginosas, en donde somos deficitarios, tienen como destino a nuestros ganaderos.
Por ello, el sector primario nacional debe situarse en el centro de las propuestas gubernamentales y de la iniciativa privada para abarcar todas las posibilidades que el nearshoring representa para su crecimiento, la generación de empleos y de desarrollo económico de diversas regiones, sobre todo, de los beneficios que traería para la población rural.
POR MARIANA OTERO BRIZ
@BRIZCOCHO
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