COLUMNA INVITADA

Nada, la serie

Explora temas como el choque cultural, la identidad y el esnobismo gourmet con gran ironía

OPINIÓN

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Pedro Ángel Palou / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

De vez en cuando la televisión latinoamericana nos asombra con un nivel de sofisticación importante. Es el caso de la serie argentina "Nada", disponible en Star+. Con una narrativa rica y compleja protagonizada por Luis Brandoni y Robert De Niro (quienes son amigos en la vida real y pasaron una navidad en Buenos Aires juntos, lo que se refleja en su química en la pantalla).

Brandoni interpreta a Manuel, un crítico culinario de Buenos Aires, amante del arte y provocador, iconoclasta. Un hombre que recuerda a los personajes de Casa tomada de Cortázar, hijos de estancieros cuya fortuna se va diezmando hasta extinguirse.

Manuel vive una vida cómoda gracias a su empleada doméstica, quien le cumple desde años sus caprichos y sigue al pie de la letra sus neuróticas instrucciones, lo mismo para cocinar que para plancharle la ropa. Sin embargo, su rutina se ve trastornada cuando se ve obligado a contratar a Antonia, una joven paraguaya inexperta.

De Niro, en el papel de Vincent Parisi, un periodista y escritor neoyorquino, se une a Manuel en Buenos Aires para una serie de aventuras que incluyen degustaciones gastronómicas y charlas existenciales, todo ambientado en la hermosa ciudad de Buenos Aires.

La serie, con sólo cinco episodios de media hora, no se centra únicamente en la cocina argentina, inspirada en las tradiciones italianas y españolas, sino que también explora la belleza de Buenos Aires de una manera sofisticada. Además de la cocina, “Nada” se adentra en la transformación personal y los pequeños placeres de la vida, mostrando a un hombre mayor que descubre su capacidad de cambio y adaptación.

Con un humor agudo y momentos de reflexión profunda, la serie es una representación de la vida, la amistad y la cultura en la capital argentina, pero también una reflexión aguda sobre la existencia.

“Nada”, estrenada en 2023, se ha posicionado rápidamente como un producto distinto. Creada por Mariano Cohn y Gastón Duprat, explora temas como el choque cultural, la identidad y el esnobismo gourmet con gran ironía. Ha sido objeto de diversas críticas y opiniones.

Por un lado, ha recibido elogios por su tratamiento de temas como la tercera edad y por ser una sincera carta de amor a Buenos Aires. La dupla creativa de Cohn y Duprat ha sido destacada por algunos críticos como uno de los mejores trabajos de sus carreras, equilibrando el factor sentimental con la dificultad del protagonista para dejar atrás sus costumbres y avanzar o incluso aprender a dejar atrás simplemente.

La actuación de Majo Cabrera también ha sido resaltada por su frescura y brillo, y la presencia de De Niro se considera entrañable, rindiendo homenaje al extranjero que visita Argentina. Majo Cabrera, a mi juicio, rivaliza en calidad con Brandoni y se lleva la serie. Como se dice en el argot, la pantalla la adora.

Algunos críticos han señalado que la serie podría haber sido mejor si se hubiera filmado hace unos años, sugiriendo que las ambiciones de la serie no se traducen del todo en logros. Así piensa Diego Baitlle, quien la disfrutó, pero siente que “…Manuel Tamayo Prats, un crítico gastronómico a-la-Anton Ego (sic) de Ratatouille, tan admirado por unos como temido por otros.

Su saber y su prosa casi siempre ponzoñosa lo han convertido en una leyenda. Sin embargo, más allá de sus incisivas y despiadadas reseñas, su producción a gran escala brilla por su ausencia”.

Quizá sea cierto que “Nada” no innove en su narrativa, pero logra presentar ideas políticamente incorrectas con un toque de comedia tierna y humor sarcástico. Al final lo que importa es que se trata de una serie redonda, bien lograda y que arranca incluso una que otra lágrima.

Como producto cultural, además, ha propiciado que incluso algunos cocineros en Youtube repitan sus recetas. Hay que resaltar que la producción gastronómica corrió a cargo de la genial Narda Lepes y el no menos excepcional cocinero Francis Millman, cuya casa personal es la del protagonista de la serie, lo que se nota en cada uno de los capítulos. Yo mismo he visto cómo poner el ajo y el perejil en el pan en lugar del huevo cambia para siempre la calidad del empanizado. Ojalá pronto en México tengamos una serie limitada de esa calidad artística y con actores de ese calibre.

POR PEDRO ÁNGEL PALOU

COLABORADOR

@PEDROPALOU

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