En días pasados, el embajador José Luis Bernal publicó en este diario un excelente análisis sobre el impacto geopolítico de las elecciones en Taiwán. En cuanto a los efectos geoeconómicos, especialmente para nuestro país, me gustaría complementar su texto.
El resultado de los comicios pasados en Taiwán no cambiará las tensiones en Asia, mucho menos, el tono de Beijing ante el triunfo del exvicepresidente Lai Ching-te con 40% de los votos.
La idea de una sola China es parte de la narrativa de Xi Jinping y habrá que estar pendiente de lo que pueda acontecer en torno a las posibles fricciones resultado de las incursiones de aviones y buques de guerra chinos.
Además del importante aspecto geoestratégico y geopolítico de Taiwán en el tablero global y regional, este país es un importante actor en el terreno de la innovación tecnológica en semiconductores o escudo del silicio.
Se sabe que en el contexto de la economía global, las naciones buscan maximizar y mantener sus ventajas comparativas y Taipéi lo ha hecho, pero las presiones externas y riesgos para su seguridad nacional, flexibilizaron la salida de la producción de semiconductores, y se anunció la construcción una planta en Arizona de la empresa TSMC, que estará lista en 2024, lo que abre un espacio para nuestro país en la búsqueda de este tipo de inversiones. Sé por experiencia propia que es muy difícil convencer a una empresa líder mundial en este sector, pero para esto están las coyunturas internacionales.
En su momento me desempeñé como representante de la Secretaría de Economía en Tokio, Japón, y a raíz del incendio de la empresa japonesa de semiconductores Renesas Electronics en 2021, que afectó la distribución de estos materiales en la cadena de proveeduría automotriz japonesa, busqué a la compañía para invitarla a que se instalaran en México.
Mi petición fue en vano. Los japoneses no estaban dispuestos a poner en riesgo una ventaja competitiva, dado que ya han tenido experiencias negativas en industrias tecnológicas avanzadas en otros países. En este caso, la coyuntura no jugó a favor de México. Pero en el caso de EU sí.
De hecho, no se puede separar la situación política de Taiwán respecto a China de la decisión de trasladar un complejo tecnológico fuera de la isla y precisamente a EU. La defensa y alianzas militares tienen su precio.
Nuestro caso podría ser parecido al fenómeno de relocalización y la guerra comercial existente entre EU y China.
El comercio total de México con Taiwán es de unos 7,400 mdd y la inversión acumulada de ese país en el nuestro, de 1999 al 2022, es de 1,154.5 mdd (Secretaría de Economía, 2024), lo que establece las bases para sinergias con las 295 empresas taiwanesas que ya operan en nuestro territorio.
Esperamos mantener acercamientos con más empresas taiwaneses a través de su oficina económica y cultural, o bien, se le dé seguimiento a la visita de una delegación taiwanesa en junio de 2024.
POR: ADOLFO LABORDE
COLABORADOR
EEZ