MALOS MODOS

El más sabio del clan

Los hijos de nuestro presidente, el Segundo Más Popular del Mundo

OPINIÓN

·
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los hijos de nuestro presidente, el Segundo Más Popular del Mundo, al menos dos de ellos, son chicos muy activos. Me imagino lo que será una jornada de chamba del Andy o del Bobby. Un frenesí. Tienes que ver que todo esté en orden con los nombramientos de tus bróders de la escuela en diferentes áreas de gobierno, checar que los pagos por medicamentos hayan llegado a la cuenta del otro bróder, voltear todos los días hacia el Tren Maya para comprobar que el dinero reorientado desde el aeropuerto de Texcoco produce como Dios manda...

Para rematar, llegas agotado, a las tantas de la noche, a casa, con ganas de –es un suponer– un single malt con 18 años y a la camita, y –me imagino la escena, tampoco me consta– ¡bum!: un guats. “Señor López, hay que enviar cincuenta cajas de chocolates a Palacio Nacional para la cena de mañana. Sí, para después del pastel tres leches. Parece que al presidente Maduro le encantaron. ¿Mandamos de los de mil pesos?” Y a encargarse de la logística.

No, no hay tregua para esos jóvenes emprendedores, dignos de toda la admiración. Es lo bonito de las revoluciones: invariablemente, dan lugar a una nueva clase empresarial, que tiene que dejarse la piel para salir adelante. Aquí su Doctor Patán quiere aprovechar esta tribuna democrática para decirle a los muchachos del clan: no se rindan.

No claudiquen. No permitan que los medios conservadores les arruinen el momento. También quiere decirles otra cosa: cuenten conmigo. Tengo identificada un área de oportunidad. He notado que la farmaciototototota anda con problemas para surtir medicamentos. Eso exige una intervención rápida y contundente. Ya se vienen las próximas 67 recetas, y no podemos fallarle al pueblo.

OK: la solución está a la mano. Formemos juntos una empresita que le venda a los de la farmaciototototota que el Pepto, que la vacuna, que el agua oxigenada. Nada como un doctor de prestigio para encabezar el proyecto, lo digo con toda humildad. Requeriría, eso sí, que se hagan cargo del capital inicial y de las gestiones correspondientes. Sé que me falta un rango militar, pero supongo que eso también podemos gestionarlo. Ya me vi: “Teniente coronel Patán a sus órdenes, señor”.

Dirán que me he olvidado de mi Bodocón. Para nada. De hecho, el Bodocón, creo, es el más sabio del clan. Con esa bonhomía que todos le conocemos, se retira del mundanal ruido, tranqui, sin tanto estrés, a sus comidas en restaurantes, sus casas con alberca, sus juegos de beis y sus verduras del CostCo.

A eso aspira, justamente, su doctor, en el mediano o largo (pero no tanto, porfa) plazo: a una vida “100% bodoque”. Llegará, espero, con la solidaridad y el espíritu empresarial del clan. A cambio, me comprometo a darle continuidad a las compras del 2030 a 2036, durante mi etapa presidencial. Amor con amor se paga.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ