La producción y exportación de berries mexicanas (fresa, frambuesa, arándanos y zarzamora) han mantenido la tendencia al alza de dos dígitos durante los últimos años, lo que ubica a nuestro país como el quinto productor mundial.
Las frutillas, frutas del bosque o bayas silvestres, como también se les conoce, llegan a latitudes como Nueva Zelanda, Japón, Qatar, Kuwait, Turquía, Arabia Saudita y Reino Unido, mientras que Estados Unidos es su principal destino con un comercio que sigue en crecimiento dada las tendencias alimentarias, pues representan una fuente de vitamina C y fibra, con un menor contenido calórico que el de otras frutas.
Las berries son el tercer producto agroalimentario de mayor venta en el exterior, por encima del aguacate y sólo por debajo de la cerveza y el tequila, pues de acuerdo a cifras preliminares de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), el volumen exportado de enero a noviembre de 2023 alcanzó tres mil 509 millones de dólares, con lo que podría superar lo del año previo.
En este sentido, hay que destacar que en 2022, las exportaciones sumaron tres mil 789 millones de dólares.
La apuesta de jóvenes
A pesar del reciente boom que ya ubica a México como una potencia exportadora de berries, este sector enfrenta desafíos en materia de uso de tecnología, falta de financiamiento, pero, sobre todo, de mano de obra.
Mientras Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) ha alertado que, debido a la creciente demanda de maquiladoras en el norte, la migración hacia Estados Unidos y el crecimiento de la agroindustria nacional, la mano de obra escasea en varios estados, un ejemplo son las operaciones hortofrutícolas en la zona del Bajío, pues “en Jalisco ha habido momentos en donde no se puede conseguir más allá del 80 por ciento de la gente que se necesita”.
Es por eso que destaca la operación de Agroberries Capital Group, una empresa dirigida por Carlos Lossada, en donde la plantilla laboral y de inversionistas está dominada por jóvenes.
Lossada, de 31 años, emprendió esta productora de frambuesa con un modelo sustentable, prácticas laborales responsables, y cuyas operaciones se financian a través de un esquema similar al del inmobiliario, es decir, con inversionistas cuyos retornos tienen un plazo temporal menor al de otros productos del campo.
Con sede en Guadalajara, Jalisco, Agroberries Capital Group llama la atención por tratarse de un emprendimiento de jóvenes, quienes apuestan por el campo, mientras la mayor parte de la población en ese rango de edad se inclina por alejarse de los agronegocios. Además, tienen entre sus prioridades la creación de empleos formales, en un sector y una zona en donde la falta de supervisión se presta a los abusos.
Mientras algunas estimaciones de la Asociación Nacional de Exportadoras de Berries (Aneberries), señalan que el déficit de trabajadores podría alcanzar los 65 mil, algunos productores aseguran que el envejecimiento de los trabajadores del campo también representa una problemática.
Por eso, emprendimientos como el de Lossada llaman la atención y ofrecen algunas esperanzas sobre la capacidad de México para hacer frente al crecimiento de su agroindustria.
POR MARIANA OTERO BRIZ
@BRIZCOCHO
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