Cuando se piensa en el futuro de la economía mexicana, es imprescindible voltear a ver cómo se encuentra el nivel actual de la educación.
Hace unos días, expertos en economía, decían que para este 2024 no se espera que la economía crezca más allá de 2%, que se mantendrá igual o peor que en 2023, y que las elecciones también influirán para esto.
De hecho, estiman que habrá un menor crecimiento en la economía, comparado con el año anterior, esto se debe a múltiples factores como la fragilidad del Estado, la extensión de la actividad económica ilícita y, sobre todo, a los bajos niveles educativos que enfrentan los estudiantes mexicanos, en comparación con el resto del mundo.
Hablaban de los resultados de PISA, que ponen a México en el lugar 57 de 81 en todo el mundo, y en el tercero de los que se ubican en América Latina, en temas de matemáticas y comprensión lectora.
Tal vez muchos no se han dado cuenta de lo relacionado que está una cosa con la otra, pero es indispensable contar con estudiantes pensantes, que puedan resolver problemas solos, que sepan a lo que se enfrentan día con día y que comprendan lo que ven y lo que leen.
Hablamos de que entre menos preparados estén nuestros niños y jóvenes, menos comprenderán los sucesos económicos que ocurren en el resto del mundo y, por lo tanto, México seguirá con una economía mediocre, con potencial para ser gigante, pero que, ante su vecino del norte, es insignificante el crecimiento que logra.
¿Pero cómo contrarrestar estos problemas que aquejan seriamente a las generaciones futuras de nuestro país? La única manera es brindando una educación de calidad, con docentes preparados que apoyen en la preparación de sus alumnos; con métodos educativos certeros, no con inventos de una administración que sigue creyendo que tiene la solución en sus manos, y que lo único que hemos visto es que compra el voto de los ciudadanos por medio de becas y pensiones, que si bien tiene felices a quienes las reciben, en las aulas siguen faltando libros, pupitres decentes, baños adecuados, agua, luz y todo lo necesario para brindar una educación de calidad.
Lamentable situación enfrenta México, ahora, con un año electoral en el que el despilfarro del erario está en los 22 mil cargos que se van a elegir, con gastos que no serán comprobados en su totalidad, o que serán disfrazados para que nunca conozcamos los verdaderos costos de las campañas políticas electorales, ¿y la educación?, jajaja.
En ninguna aspiración política actual se ven las ganas de brindar escuelas dignas a los estudiantes de zonas lejanas, a los que viven en la sierra o que habitan en comunidades menores a mil habitantes y que usan cuartos improvisados como escuela en la que se combinan grados escolares por la falta de docentes y de instalaciones.
No sorprende.
POR: KARINA ÁLVAREZ
FACEBOOK: @KARINAPERIODISMOSOCIAL
TWITTER: @KAFARK84
CORREO: K.ALVAREZ.ROSAS@GMAIL.COM
INSTAGRAM: KAFARK
PAL