Ayer, con el respaldo unánime del Consejo Nacional de Morena, se ratificó la candidatura de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República. Esta aprobación culmina luego de una fase de 60 días de intensas precampañas, durante las cuales la doctora Sheinbaum recorrió más de 24 mil kilómetros, visitó más de 50 municipios y se reunió con más de 600 mil simpatizantes.
El clímax de esta etapa se vivió el pasado jueves en el Monumento a la Revolución, donde congregó a más de 150 mil personas en el evento de cierre. Quiero centrarme en algunos aspectos de lo sucedido en ese día.
En primer lugar, cabe destacar la evidente unidad en el movimiento liderado por la doctora. Su presencia en el cierre de campaña estuvo respaldada por prominentes miembros del partido, así como por sus aliados del PT y el PVEM.
Logró reunir en la tribuna a figuras destacadas de Morena, incluyendo a contendientes del proceso interno como Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal, Manuel Velasco, Gerardo Fernández Noroña y Marcelo Ebrard. Claudia Sheinbaum hizo un discurso presidenciable, a diferencia del cierre de campaña de Xóchilt Gálvez, quien ha buscado notoriedad con provocaciones y desafíos a debates, a pesar de que están prohibidos en este periodo de intercampañas por la legislación electoral.
Además, durante su discurso, Sheinbaum rechazó de manera contundente los pactos sin escrúpulos de los partidos, haciendo referencia al revelador pacto de Coahuila revelado por el propio dirigente del PAN, Marko Cortés.
En contraste, en su mensaje de cierre, resaltó valores fundamentales como el Estado de bienestar, la democracia sindical, la democracia universitaria, la libertad, la vida digna, el respeto a los derechos humanos y la importancia de la fraternidad.
Finalmente, en su discurso, compartió una muestra palpable de su experiencia gubernamental y de los resultados obtenidos durante su gestión al frente del gobierno de la Ciudad de México. Entre sus logros destacan la implementación de la beca universal para estudiantes de preescolar a secundaria, la creación de siete nuevas preparatorias y dos universidades públicas, la construcción de tres hospitales, la ejecución de más de 100 mil acciones de vivienda, la puesta en marcha de dos teleféricos, la siembra de más de 35 millones de plantas y árboles, así como obras esenciales de agua potable y drenaje, mantenimiento de vialidades, y todo ello sin incrementar impuestos en términos reales.
En especial, abordó un tema crucial para los mexicanos, la seguridad. Durante sus cuatro años al frente del gobierno capitalino, logró reducir en un 59% los delitos de alto impacto, disminuir en un 50% los homicidios y en un 30% los feminicidios. Sheinbaum resaltó la importancia de abordar la seguridad desde la perspectiva de la justicia, comprometiéndose a continuar atendiendo el problema desde la raíz y promoviendo la erradicación de la impunidad.
Es por esto, por la claridad de sus políticas públicas y su enfoque integral hacia la seguridad que se ha reforzado su posición en las encuestas.
Dada la percepción general de que el pueblo no desea regresar a un pasado de bajos salarios y al desmantelamiento del sistema de bienestar, Claudia Sheinbaum avanza con firmeza hacia la victoria en la Presidencia, ya que como lo afirmó la doctora, “la inmensa mayoría de la población respalda y defiende la continuidad de la Transformación”.
POR ARTURO ÁVILA ANAYA
ANALISTA POLÍTICO, EXPERTO EN SEGURIDAD NACIONAL HARVARD
@ARTUROAVILA_MX
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