En el calendario electoral inició la intercampaña, que va del 19 de enero al 1 de marzo. Una fase en donde partidos y coaliciones definirán a la mayoría de sus más de 20 mil candidaturas a puestos de elección popular y las autoridades electorales resolverán las quejas correspondientes.
En estas semanas, se supone que las candidatas y el candidato presidencial no podrán realizar actos públicos ni propaganda ni asistir a debates. Menos presentar propuestas o llamar a votar en su favor. Pero como en la política la lucha por el poder no para, porque la política es acción y candidato que se duerme baja en las encuestas, la confrontación seguirá, aprovechando las áreas grises de la legislación electoral.
Las acciones de los contendientes son públicas. Del lado del presidente Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y Morena, se anuncia la última batalla de la actual legislatura o la primera de la siguiente.
El presidente madrugó a la oposición y anunció un paquete de reformas constitucionales con claro sentido político. Hasta el momento se sabe que dicho paquete incluirá el aumento del salario mínimo igual a inflación y de pensiones para que la jubilación sea con el 100% del último salario; así como, elevar a rango constitucional las pensiones para discapacitados.
Incluye eliminación de al menos, diez órganos autónomos, entre estos el INAI y la CRE y la elección de ministros de la Suprema Corte, jueces y magistrados del poder judicial por medio de voto popular; así como, la insistencia de que la Guardia Nacional pase a la jurisdicción de la Sedena y quizá de una vez reenvié sus reformas electoral y energética.
Sin conocer su contenido textual, está claro que las propuestas presidenciales tienen el objetivo de ser rechazadas y con esto, ambos bandos nutrir sus narrativas.
Del lado de Xóchitl Gálvez, PAN, PRI y PRD también anunciaron sus cartas. Seguirán insistiendo en el asunto de la inseguridad y la violencia; así como, en la corrupción de los hijos del Presidente. No es que la violencia y los asaltos no existan, pero los estrategas de Xóchitl detectaron que ese tema es el que más preocupa a la población y daña la imagen de AMLO en el exterior.
Una fecha clave para la candidatura de Xóchitl Gálvez será el 18 de febrero. La oposición social a AMLO y a la continuidad de Morena convocaron a la movilización. La más importante en el Zócalo de la CDMX, en donde el único orador será Lorenzo Córdova. Esta marcha tiene doble mensaje.
Para AMLO demostrar que existe un sector de la población movilizado y en su contra, particularmente en la capital. El mensaje más importante es para el PAN y PRI; decirles que el apoyo a Xóchitl es social, no de las dirigencias partidarias. Intercampaña. Batallas de sombras. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?
La política es de bronce.
POR ONEL ORTIZ FRAGOSO
ANALISTA POLÍTICO
@ONELORTIZ
MAAZ