MISIÓN ESPECIAL

2024, rostro y corazón de México

El rostro y el corazón de México (in ixtli in yolotl) se están deformando. Nos corresponde a los mexicanos embellecerlos. Hagámoslo este año

OPINIÓN

·
Martha Bárcena Coqui / Misión Especial / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Año bisiesto, año del dragón en el calendario chino, año de elecciones en más de 70 países que suman más de cuatro mil 200 millones de personas, la mitad de la población mundial. Año que comenzó con continuados enfrentamientos en Ucrania, ataques a Gaza, terremoto en Japón, mayor migración. 

Año fundamental para México. Se celebrarán elecciones presidenciales, al Congreso, nueve gubernaturas, cargos municipales. Se elegirán 19 mil puestos el 2 de junio. 

Es casi seguro que una mujer será la próxima presidenta, un hito en la historia de México. Tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez son preparadas, y ejercerán el poder de manera diferente al “estilo personal de gobernar” del presidente López Obrador. 

¿Cómo navegar con inteligencia este complicado año? Si hacemos un recuento de los retos internos que enfrentará la próxima Presidenta de México, no se vislumbra un panorama demasiado halagüeño. Más preocupante es el escenario global con elecciones en EU, Canadá, así como en Venezuela, India, Indonesia, Sudáfrica. En un entorno latinoamericano complejo e incierto, que ha agudizado las corrientes migratorias. 

Creo que los retos internos más graves son: la debacle del sistema de salud, el desastre educativo. Sin salud y educación, no habrá futuro promisorio para las próximas generaciones de mexicanos. Además, una creciente influencia del crimen organizado, inseguridad extendida, ausencia de una burocracia eficiente y honesta. Las grandes empresas paraestatales en crisis, con vencimientos de deuda para este año de cantidades estratosféricas: PEMEX, cerca de 40 mil millones de dólares. CFE, hay opacidad en la información.

Apenas se discuten esos retos en las precampañas, mentirosamente dirigidas “a los simpatizantes de… (póngale el nombre del partido que más le guste)”. Prevalece una manipulación ideológica en ambos bandos, el discurso es pobre y repetitivo.

Seguramente en los próximos meses se polarizará aún más la sociedad mexicana, atizada por las campañas políticas, en tanto se suman al partido dominante los oportunistas de siempre.

A riesgo de pecar de ingenuidad, me parece necesario hacer un esfuerzo por moderar la discusión política, buscar los puntos en común, evitar las descalificaciones personales, elevar el nivel del debate y el uso del lenguaje. Luchar contra lo que un respetado profesor universitario calificó como la tendencia al “abajamiento de la sociedad mexicana”, reflejado en un lenguaje procaz y soez, en la descalificación, la vulgaridad, la mentira constante, la división entre los mexicanos, la falta de civismo y de respeto a los derechos del otro. 

Para navegar con inteligencia se requiere menos populismo y más propuestas realistas, menos descalificaciones y más respeto, menos presunción de popularidad y más humildad verdadera, no fingida.

Así recuperaremos nuestro rostro y corazón, y podremos enfrentar mejor los retos globales.   

POR MARTHA BÁRCENA
EMBAJADORA EMINENTE

@MARTHA_BARCENA

PAL