LA ENCERRONA

El real peligro de Occidente

Milei es un terraplanista que mira el horizonte en la orilla en la que está parado, todos los conceptos se pueden mezclar y son más de lo mismo

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“No cedan al avance del Estado. El Estado no es la solución. El Estado es el problema mismo”. Javier Milei

En mi entrega anterior abordé la temática a tocar en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, sus orígenes y buenas intenciones de su fundador, Klaus Schwab, donde impera la cooperación entre lo público y privado al servicio del bienestar social. Y hasta ahora nadie se había atrevido a tanto, sin embargo, en su primera participación llegó Javier Milei y lo ha dicho todo en su discurso inaugural: Occidente está en peligro. 

Bueno, claro que lo dijo todo, pero todo tergiversado para que su discurso cupiera en lo que piensa. Despotricó en contra del Estado, de su casta política, de la política misma, del colectivismo, de aquellos “pránganas” que sólo chupan las ganancias de los otros, del socialismo y sus fantasmas, en fin, si no eres empresario y libertario, Milei te odia. Lo del presidente de Argentina fue un discurso de odio que trascendió lo económico y político para llegar a la moral y, aludiendo a dios como su aliado, también señaló a todos aquellos que van contra natura “con sus agendas feministas…”
       Más allá del discurso incendiario, Milei va en contra de toda teoría económica y política, incluso va en sentido contrario de la esencia del Foro de Davos. Quiere romper toda cooperación con el Estado, desaparecerlo. Le estorba el Estado y dice que todas las fallas del mercado son culpa de las manos estatales, puesto que, para él, el mercado sólo pone a cada quien en su lugar. Esto apegado en los datos de su discurso, remarcando que “desde el año cero hasta 1800, el crecimiento del PIB mundial fue estancado y hasta la Revolución Industrial empezó a crecer”. También fue cuando se comenzaron las mediciones macroeconómicas sistematizadas y serias, hay que decirlo.

También se atrevió a poner en la misma canasta a, cito: comunistas fascistas, nazis, socialistas, socialdemócratas, nacionalsocialistas, demócratas cristianos, neokeynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas. Eligió una ensalada muy heterogénea, incluso mezcló sustancias que si se tocan harían explosión inmediatamente. Una vez más lo que demuestra Javier Milei es su debilidad teórica, incluso ideológica. El Jefe de Estado (aunque no crea en ello) argentino sí tiene una cosa muy clara, su odio al Estado y su “casta” y no va a detenerse hasta acabar con él, desde dentro. 

Milei cerró con su repetido eslogan de campaña “¡Viva la libertad, carajo!”, que deja entrever que sigue en campaña y que su concepto de libertad es sesgado. El León, como le llaman, es un terraplanista que mira el horizonte desde la orilla en la que está parado, todos los conceptos se pueden mezclar y todos son más de lo mismo. La libertad que tanto proclama sólo es la de él, y keynesianos y nazis buscan el mismo resultado, acabar con el “mercado benefactor”. Lo visto en Davos es otra muestra de que sí existen fallas en la democracia y de que los votantes debemos ser muy racionales al ir a las urnas. Ese peligro en el que está Occidente reside en Buenos Aires.

POR ADRIANA SARUR

ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM

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