COLUMNA INVITADA

Córdova: ¿Error estratégico?

El expresidente del INE fue un defensor de la democracia en un momento de gran tensión pública

OPINIÓN

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Gustavo de Hoyos Walther / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

La transición a la democracia liberal de México no fue realmente un hecho inevitable. Ahora sabemos que ella es más endeble de lo que creíamos. A la luz del presente, se puede muy bien imaginar un escenario donde el régimen de hegemonía de un partido - sin instituciones democráticas - hubiera continuado en el tiempo hasta nuestros días.

“Nada está escrito” comentó Lawrence de Arabia, en la película de Antonioni, después de haber probado a sus amigos árabes que las hazañas son posibles.

Y la decisión mexicana de haber democratizado al sistema político fue una hazaña poblada de una multitud de héroes cívicos. En esta rotonda, sin duda, Lorenzo Córdova tendrá un lugar privilegiado. Su actuación al frente del INE no sólo fue sobresaliente, sino ejemplar. Indudablemente le ha puesto un estándar muy alto a la nueva Presidenta de nuestra más alta institución electoral en nuestro país.

Córdova fue un defensor de la democracia en un momento de gran tensión pública. Su manejo pulcro de la elección del 2018 debería haber convencido a tirios y troyanos de la madurez política de México.

Tras haber cumplido su alta encomienda, Córdova regresó a la vida académica y se ha convertido en un analista muy perspicaz del acontecer político nacional. Por todas sus contribuciones a la salud de nuestra República debemos agradecerle.

Ahora bien, la decisión tomada por un grupo de organizaciones de la sociedad civil  -que han decidido promover a la candidata de la Coalición Fuerza y Corazón por México- de que Córdova sea el único orador durante la ‘Marcha por la democracia’, a celebrarse el próximo 18 de febrero, no parece ser una buena idea.

Ya el Presidente de la República ha aprovechado la situación para acusarlo de una serie de faltas éticas. Como siempre, el Presidente es incapaz de probar sus asertos. No obstante, la verdad de las cosas es que, con la decisión tomada, se le están dando armas retóricas al régimen que ya está aprovechando.

Todo mundo sabe que la marcha, aunque se vista de neutralidad cívica, es en apoyo de la candidata opositora. Nada criticable hay en ello. El problema, parece ser, es que mucha gente -no necesariamente seguidores del régimen, pero tampoco de la oposición- podría no simpatizar con el hecho de que el expresidente de un órgano imparcial -sin que todavía medie ni siquiera un año de su salida- sea la única voz de un acto público ostensiblemente en favor de una de las partes. 

Si la idea era haberle dado un carácter más ciudadano a la marcha del 18 de febrero, quizás habría sido buena idea haber elegido a una figura más o menos ajena a la política: un científico, un médico, un estudiante. Figuras de nuestro porvenir.

Quienes hemos estado del lado de la sociedad civil por mucho tiempo sabemos que nuestra hora demanda renovar y rejuvenecer la vida política del país, aprovechando las virtudes de tanta gente talentosa que existe en todas las esferas. ¿No acaso ha llegado la hora de que México mire hacia el futuro? 

Córdova es ciertamente una figura fundamental de nuestro pasado inmediato y, al ser joven, también estará en nuestro futuro, para ventura nuestra. Pero, la verdad sea dicha, su irrupción actual en la escena política activa parece un error estratégico.

POR GUSTAVO DE HOYOS WALTHER

FUNDADOR DE SÍ POR MÉXICO Y UNID@S

@GDEHOYOSWALTHER

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