MALOS MODOS

Consejos para propagandistas marrulleros

Si te llamas Lord Molécula, Sabina o Epigmenio, o si eres uno de los moneros del Granma mexicano

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Si te llamas Lord Molécula, Sabina o Epigmenio, o si eres uno de los moneros del Granma mexicano que no se llaman Magú, las líneas que siguen no son para ti. Lo digo porque, si eres uno de los arriba mencionados, ya alcanzaste el nirvana chairo. No tienes que preocuparte por las vidas que vienen.

Estás ya en ese lugar en el que todo da igual: te liberaste por completo del ego, porque decidiste tocar fondo y, como he dicho antes, te ganaste, con eso, la libertad. Me refiero a que que eres libre de pudores y expectativas. Ya no hay escalones que bajar.

Así que cobra, ahorra y sobre todo disfruta el momento. Ya sabes, carpe diem, paellita y a rezar porque diosito te conserve al obradorismo, porque afuera hace mucho frío.

Las siguientes líneas pueden serte útiles, en cambio, si eres un propagandista marrullero. Es decir, si estás decidido a apoyar el experimento obradorista, lo que incluye al sexenio que viene, y a agarrar una chamba, o llevarte un contrato, o un espacio en algún medio necesitado de voces oficialistas, pero quieres mantener un as bajo la manga, no sea que la elección del 24 nos dé una sorpresa y te nos quedes –metafóricamente– con los pantalones en las rodillas, de manera que quieres mantener una cierta imagen de conciencia crítica, de independencia. Si es así, van tres recomendaciones.

  1. De ninguna manera te lances a decir que Ernes Godoy entregó resultados espectaculares y que es una persona súper íntegra. Lo digo porque si bien es cierto que el tren de la fiscalía chilanga ya se fue, no es descartable que Claudia Scheinbaum le ofrezca una chamba de buen nivel, y créeme: no hay trayectoria académica o en la defensa de los derechos humanos que sobreviva a ese espaldarazo.
  2. Tampoco te dejes ir con declaraciones sin matices en favor de, justamente, Claudia Scheinbaum, esas como “Nadie puede dudar de su consistencia como mujer de izquierda” y “Tiene una formación científica que sin duda necesita este país”. Respecto a lo primero, es cierto. Y es un problema mayúsculo: la izquierda, particularmente esa que defiende la candidata oficialista, ha sido un desastre para este planeta. El desastre mayor, vaya. Respecto a lo segundo, sí, doña Claudia estudió. Nada más que ha demostrado, de palabra y de hecho, que no tiene empacho en olvidarse del método científico en favor de la superstición cristiano cubana del obradorismo.
  3. No trates de vendernos como crítica lo de “El sistema de salud está enfermo y el presidente se niega a aceptarlo”. Eso ya no cuela. Todos sabemos que el sistema estaba mal, pero el presidente y los suyos decidieron hacerlo picadillo. No nos vendas lo del “problema estructural”, pues. Lo mismo aplica para la seguridad pública y la educación.

Por lo demás, que los astros se alineen y no te saquen de la nómina. Nada que agradecer.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ