AGENDA LEVANTINA

Yemen y Palestina: desafíos para Biden

Si bien varios líderes republicanos en EU aprueban el principio mismo de los ataques contra los hutíes, exigen más firmeza contra Teherán

OPINIÓN

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Marta Tawil / Agenda Levantina / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El viernes y el sábado pasados, en el marco de una escalada de violencia en el Mar Rojo, Estados Unidos y Reino Unido atacaron militarmente sitios de hutíes (milicias de Yemen). Éstos, apoyados por Irán y en muestra de solidaridad con los palestinos, han aumentado los ataques con misiles y drones contra barcos que se cree que están vinculados a Israel. 

Casi simultáneamente, durante su gira por Medio Oriente, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, alentó "reformas administrativas" en Ramala, en concordancia con el deseo de Estados Unidos de ver nacer una "Autoridad Palestina reformada" y una gobernanza palestina unificada, incluido el enclave de Gaza devastado por la guerra y ocupado.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, insistió en que eso sólo podría ocurrir después de la salida de las tropas israelíes y como parte de un plan diplomático para una solución de dos Estados.

Reducida desde hace varios años a un estado de latencia, la Autoridad Palestina ejerce un poder limitado en ciertas partes de Cisjordania. De Gaza fue expulsada en 2007, y no conserva, en teoría, ninguna presencia en la zona, aunque los funcionarios públicos empleados por la Autoridad antes de 2007 continuaron recibiendo sus salarios transferidos desde Ramala, en Cisjordania.

Más aún, según una encuesta realizada del 22 de noviembre al 2 de diciembre por el Centro Palestino de Investigación Política y de Encuestas (PSR), 42 por ciento de los residentes de Gaza apoyan a Hamas, frente a 38 por ciento al comienzo de la guerra.
En Cisjordania, 44 por ciento de los palestinos dicen apoyar al movimiento islamista, frente a 12 por ciento en septiembre. Estas cifras contrastan con el descrédito mostrado hacia Mahmud Abbas, de quien 88 por ciento de los habitantes de la franja de tierra y del territorio ocupado quieren la dimisión.

En su plan de restaurar a la Autoridad Palestina, Washington volverá a estancar a la Autoridad Palestina en su papel de subcontratista de la estructura de ocupación israelí, como es el caso en Cisjordania desde la firma de los acuerdos de Oslo (1993).

Cumplir las condiciones que plantea Abbas, suponiendo que Biden y Blinken quisieran proponérselo, plantearía un desafío ante el lobby pro-israelí. Por su parte, si bien varios líderes republicanos en Estados Unidos aprueban el principio mismo de los ataques contra los hutíes, exigen más firmeza contra Teherán, mientras que algunos parlamentarios progresistas critican a Biden por su nula compasión hacia los civiles palestinos y por apoyar incondicionalmente a Israel.

Los ataques en Yemen no deberían pesar mucho en la campaña de Joe Biden, a menos, por supuesto, que se produzca una escalada incontrolada. En el caso del tema palestino-israelí, su política inclinará la balanza quizá de manera
determinante.

POR MARTA TAWIL
INVESTIGADORA DE EL COLMEX

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