CASCABEL AL GATO

El último aliento del PRIAN

En su cálculo, rondaba la idea de que a la popularidad del presidente se le competía con dichos y carisma. Pero con el transcurrir de la semanas y la frialdad de las encuestas, se dieron cuenta que su proyecto se diluía

OPINIÓN

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Adrián Velázquez Ramírez / Cascabel al Gato / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Un carrusel emocional. Así ha vivido la oposición y sus voceros la campaña de Xóchitl Gálvez. Primero vino la emoción de creer que habían encontrado agua entre la pierdas. Tal vez por consejo de su área de marketing, el PRI y el PAN apostaron a la personalidad disruptiva de Gálvez.

En su cálculo, rondaba la idea de que a la popularidad del presidente se le competía con dichos y carisma. Pero con el transcurrir de la semanas y la frialdad de las encuestas, se dieron cuenta que su proyecto se diluía. Con críticas y reclamos, editorialistas y voceros autoconvocados advirtieron que, de seguir así, el proyecto terminaría antes de siquiera empezar.

En el “war room” opositor hubo ajustes y de la Xóchitl dicharachera pasaron a otra cosa que ni fú, ni fa. Fue, tal vez, el peor momento de la candidata. Incapaz de recordar un discurso y sin tablas para elaborar un argumento medianamente convincente, la distancia con Claudia Sheinbaum aumentó y aumentó.

Todo era desilusión y amargura hasta que vino el cierre de precampaña en la Arena Ciudad de México. Con ayuda de seis pantallas, la candidata del PRIAN logró cautivar el oído antiobradorista. Aplicaron la vieja confiable: convocar a defender los buenos valores republicanos ante el embate autoritario de la 4T.

Los límites de esa narrativa ya los hemos señalado. Sirve para contener la fuga de votos hacia Morena y MC y consolidar el voto duro pero ha resultado inefectiva para llegar a sectores más amplios que podrán tener críticas o malestares puntuales con el gobierno federal, pero no se sienten interpelados por este discurso apocalíptico.

Y nuevamente la esperanza. Ahora sí, dice la oposición, el “producto” despegará y alcanzará altura electoral. El evento en la Arena CDMX logró renovar las expectativas y la candidata Gálvez se mostró decidida a aprovechar el momentum. ¿La estrategia? Volver al principio: generar polémica, confrontar con Claudia Sheinbaum y añorar una mención del presidente en la mañanera.

Y con esto, el ciclo vuelve a comenzar. De nuevo a la Xóchitl Gálvez dicharachera y golpeadora. Pero volver a insistir con la misma estrategia y esperar resultados diferentes es de necios, y así la oposición inicia su camino a la elección 2024, dónde se juega mucho más que la presidencia.

En efecto,  el hecho de que el PRI y el PAN en alianza vayan por la humilde hazaña de superar el 35% de la votación total, nos indica un cambio sustancial en el sistema de partidos. Veremos, con el resultado ya servido en la amarga mesa de la oposición, qué queda de esta alianza, que parece no tener un lugar asegurado en la política mexicana post 2024.

La llave parece tenerla Movimiento Ciudadano, que al momento parece ser la única alternativa que ofrece la promesa de una oposición diferente. El problema es que su candidato, todavía desconocido para el público general, tampoco parece tener todas las luces consigo. Más allá del resultado de las elecciones de este año, es claro que nos encontramos en un punto de infección.

POR ADRIÁN VELÁZQUEZ RAMÍREZ

COLABORADOR

@ADRIANVR7

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