COLUMNA INVITADA

Dallas Cowboys: una organización muy grande que no brilla en el momento importante

Tiene que haber un cambio de mentalidad y ser conscientes de la exigencia que tienen. Sus aficionados están desesperados; quieren ver a su equipo conseguir el tan ansiado sexto Vince Lombardi

OPINIÓN

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Mariano Torres / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Si hay una organización con renombre en la NFL, son los Dallas Cowboys. Tienen una historia que los respalda, millones de aficionados, impacto y un estadio espectacular. Sin embargo, la realidad es que no han ganado un Super Bowl, desde la temporada de 1995, y que desde entonces no se han hecho siquiera presentes en dicha instancia. Año tras año, tienen los reflectores puestos en ellos y terminan fracasando.

La semana pasada se disputaron las rondas de comodines, la primera fase de los playoffs de la NFL. Los Cowboys se enfrentaban a los Packers de Green Bay, en el AT&T Stadium. El equipo de la estrella solitaria tenía todo para pasar a la siguiente ronda: llegaban como favoritos, jugaban en casa, terminaron con una mejor marca en la temporada regular, presumían de tener una defensiva sólida y contar con el quarterback que más anotaciones tuvo en la temporada regular. Sin embargo, fueron exhibidos, dominados y vapuleados 48-32 por la ofensiva de Jordan Love, que los tenía locos; en seis de siete series ofensivas, Green Bay llevó el balón a zona roja, y cinco de ellas de manera consecutiva.

Dallas fue un completo desastre. Dak Prescott lanzó dos intercepciones, y la defensiva nunca apareció. Fue una dolorosa derrota que expone realmente la actualidad de la franquicia.

Al finalizar el encuentro, Prescott declaró: “Apesté esta noche. Este equipo tuvo éxito gracias al coach Mike McCarthy. Entiendo que se trata de ganar el Super Bowl, y ese es el estándar de la liga y de esta franquicia”. La verdad no se entiende a qué se refiere con la palabra "estándar". ¿Qué sabe él de estándar? Ha vivido con el estándar que se tenía en la franquicia décadas antes de que él llegara, en los 90s con: Troy Aikman, Michael Irvin, Emmitt Smith y Deion Sanders; en los 70s, con Roger Staubach, Drew Pearson y Tony Dorsett. Ellos ganaban. No sé qué puede saber Dak de eso; llegó a la organización en 2016, y sólo ha ganado dos partidos de playoffs. Lo único que él puede conocer es un estándar histórico en el cual ha fracasado a lo largo de su carrera con el uniforme de los Dallas Cowboys.

En la mayoría de los años, tienen temporadas regulares muy buenas, con grandes números, pero cuando inicia la postemporada, no saben cómo encarar los partidos, independientemente del equipo que enfrenten. Se bloquean, la presión es tanta que les juega en contra y no la saben manejar.

El dueño Jerry Jones debería replantearse seriamente hacer cambios, especificamente en el entrenador en jefe y en el quarterback. En el caso del coach Mike McCarthy, no ha hecho algo muy diferente a lo que hizo Jason Garrett y no termina de convencer su estilo de juego desde que fue contratado en 2019, puntualmente en partidos contra equipos de peso. Pese a ello, ante todo pronóstico permanecerá en su puesto.

En el caso de Dak Prescott, es un jugador bueno, pero hasta ahí. Lamentablemente, ha sufrido muchas lesiones y ha demostrado que en los enfrentamientos, donde su cuadro tiene que depender de él, falla. El tema con el egresado de Mississippi State es que en 2021 firmó un contrato de cuatro años por 160 millones de dólares, por lo que si lo cortan al finalizar esta temporada, le tendrían que pagar lo que le resta de contrato. En 2025 quedaría como agente libre si no renueva con el conjunto texano.

Son muchos temas los que se tienen que tocar en las oficinas de los Cowboys. Tiene que haber un cambio de mentalidad y ser conscientes de la exigencia que tienen. Sus aficionados están desesperados; quieren ver a su equipo conseguir el tan ansiado sexto Vince Lombardi.

POR MARIANO TORRES

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