CORPORATIVO

Crisis del agave

Se complica el traslado de la jirafa Benito de Ciudad Juárez, Chihuahua, al Africam Safari, de Puebla, por inexplicables trabas burocráticas

OPINIÓN

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Rogelio Varela / Corporativo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En los estados productores de tequila existe preocupación por un crecimiento exponencial en la producción de agave que ha desplomado los precios, y amenaza con crear problemas sociales en el campo.

Como es público, la industria tequilera lleva varias décadas de éxito rotundo con aumento en sus producciones y la conquista de nuevos mercados de exportación.

El año pasado, según el Consejo Regulador del Tequila (CRT), que lleva Ramón González Figueroa, la industria tequilera produjo casi 600 millones de litros de la bebida de agave, de los cuales alrededor de 400 millones se destinaron a la exportación, siendo el mercado más relevante Estados Unidos.

Ante el boom tequilero que le comento, en estos años muchos agricultores sembraron agave azul o tequilana weber, como se conoce científicamente, pero la mala noticia es que las empresas dedicadas a destilar no pueden absorber la totalidad de la producción con todo y que en las últimas tres décadas la demanda de las tequileras creció más de cinco veces, con más de mil 900 marcas de envasado nacional y unas 600 de envasado extranjero.

Para que tenga una idea, en 2017 el campo mexicano tenía 29 millones de plantas disponibles para la industria tequilera y para 2022 ese número creció a 375 millones de plantas.

En nuestro país cinco estados tienen denominación de origen para producir tequila y se estima que se siembra agave en más de 400 mil hectáreas en 17 municipios. El caso es que de cotizar en 27 pesos una piña de agave, ahora está en sólo 11 pesos, y el temor es que, ante la presencia de partidos políticos oportunistas, y por supuesto el crimen organizado, estalle un conflicto que ponga en jaque a la industria tequilera. Al tiempo.

LA RUTA DEL DINERO

Dicen los enterados que la mudanza de la jirafa Benito de Ciudad Juárez, Chihuahua, al Africam Safari de Puebla, se ha complicado en papeleo, a pesar de la presión mediática y de grupos defensores de animales, porque en la Profepa el que manda es un joven llamado Tito Alejandro Mendoza, a saber hijo de la titular de la dependencia, Blanca Mendoza.

El joven Tito ya publicó en redes sociales que, según su análisis, los defensores del animal, que aún padece por el frío invernal en la frontera norte son promotores de “intereses políticos”, en tanto que “la mugre jirafa está en perfectas condiciones y puede vivir en temperaturas bajo cero (y) nada más joden por joder sin saber”. Con base en ese criterio, afirman, la Profepa no autoriza el traslado.

Pero, lo peor no es sólo que la procuradora Mendoza permita que su hijo influya en las decisiones de la dependencia, sino que además ella se concentre todo el tiempo en colocar a su familia en el gobierno, a grado tal de que acaba de concretar la contratación de su hija Blanca en la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, también dependiente de la Semarnat. Con esto queda claro que para la funcionaria lo primero es el bienestar, pero de su propia familia.

POR ROGELIO VARELA

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