La apertura de espacios para la incidencia de nuevos actores políticos experimentada en México a partir de la década de los noventa, trajo consigo la más amplia introducción, regulación y uso de los mecanismos de democracia directa (referéndum, plebiscito, iniciativa y consulta popular, entre otros), principalmente, en los ámbitos estatal y municipal.
En el periodo 2000-2013, estos dos niveles de gobierno contaban con una vasta regulación en estos mecanismos, la cual incluía en la mayoría de los casos, requisitos excesivos que los obstaculizaban. A nivel federal, la regulación era precaria, contando hasta ese entonces sólo con la consulta popular y la iniciativa de ley.
Hoy en día, el panorama ha cambiado, a nivel federal tenemos un mecanismo más, la Revocación de Mandato, el cual fue incluido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos por el actual gobierno.
El pasado 10 de abril de 2022, se realizó el primer ejercicio de revocación a nivel federal, en el cual se consultó a la ciudadanía ¿Estás de acuerdo en que a Andrés Manuel López Obrador se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?
Resultado del mismo, se obtuvo que más de 15 millones de personas manifestaron estar a favor de la permanencia del presidente, contra un poco más de 1 millón de personas que estaban en contra. Si bien no se obtuvo la participación del 40% de la lista nominal establecido por la ley para lograr su efecto vinculatorio, no se puede negar la importancia de este ejercicio de participación ciudadana, en donde por primera vez las y los ciudadanos pudieron expresar su opinión respecto a la permanencia de su Ejecutivo, dando así una evaluación directa de su gobierno.
De igual modo, en 2021 se llevó a cabo la consulta popular para enjuiciar a ex presidentes, en la que ganó un rotundo sí, contando con un 8% de participación de la lista nominal. Con ello, podemos observar que el Gobierno Federal ha entendido la importancia de incluir la participación ciudadana en la toma de decisiones.
Si bien es cierto que no se ha alcanzado el porcentaje de participación requerido por la ley para lograr efectos vinculantes, lo cierto es que estos mecanismos han tenido una buena aceptación por parte de la ciudadanía, la cual ha buscado formar parte de la toma de decisiones.
No se puede negar que hoy más que nunca, la ciudadanía está siendo escuchada; no olvidemos que “el pueblo pone, el pueblo quita” como lo ha mencionado en reiteradas ocasiones el presidente López Obrador.
El continuar incentivando el uso de estos mecanismos, hará que en un futuro sean lo común y no la excepción, creando mayor consciencia del papel de las ciudadanas y ciudadanos dentro de la democracia.
POR MARISOL CUECAPAN ROMERO
X: @MARISOLCUECAPAN
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