DESDE AFUERA

EU: dudas frente al futuro

Con la celebración de los "caucuses" de Iowa se inició formalmente la campaña presidencial estadounidense de 2024, una que aún antes de comenzar planteaba ya una serie de dudas sobre el futuro de Estados Unidos

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Con la celebración de los "caucuses" de Iowa se inició formalmente la campaña presidencial estadounidense de 2024, una que aún antes de comenzar planteaba ya una serie de dudas sobre el futuro de Estados Unidos. 

Más allá de quien gane finalmente la elección en noviembre, la atención –y la preocupación– del mundo estarán en las promesas y compromisos internos que se hagan durante una campaña donde puede estar en juego el futuro papel internacional del actual hegemón.

Algunos afirman que Estados Unidos entra ahora en un momento de introspección y aislacionismo, pero también en uno de debate interno respecto a la dirección de un país donde las tradicionales formas democráticas parecen asediadas por tendencias autoritarias, donde formas sociales y de pensar del siglo XXI conviven y compiten con perspectivas del siglo XIX, donde exageradas demandas de egalitarismo sexual o racial son vistos por sus críticos conservadores como intentos de subvertir la sociedad y los valores que llevaron a la nación a su sitio actual.

Pero otros creen que la nación estadounidense enfrenta uno de sus grandes retos, simbolizado por el evidente intento de grupos religiosos conservadores de tratar de restablecer lo que ven como el plan original del país como el baluarte último del cristianismo (al estilo protestante) de los mandatos como ellos consideran que fueron originalmente determinados por la Constitución.

La política fronteriza del gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, para impedir por cuenta propia la entrada de migrantes indocumentados o peticionarios de asilo, puede verse bajo esa luz.

Pero es una señal preocupante. La última vez que hubo un desafío de ese tipo fue durante la lucha por derechos civiles en los años 50 y 60, cuando el gobierno federal debió imponer principios de igualdad racial consagrados, tras la Guerra Civil de 1861-65, entre defensores del derecho de los estados a mantener, por ejemplo, la esclavitud y limitar las imposiciones del gobierno federal.

El forcejeo abarca también temas que van de la relación de Estados Unidos con el mundo a la situación de la mujer en una sociedad que por décadas ha sido considerada como al frente del movimiento por revalorizar la política de género.

Son parte de la polarización política, ideológica, cultural, social y económica que vive Estados Unidos y que se hace cada vez más visible en la campaña electoral.

En ese marco, se abren dudas sobre la que será la relación de Estados Unidos con el mundo, especialmente si el ganador de los comicios es el actual favorito aparente, el republicano Donald Trump, con una agenda que apoyan grupos nativistas.

Pero, al mismo tiempo, aunque Trump no gane, la polarización no va a ceder, y la relación con el mundo puede quedar permanentemente condicionada a los bizantinos vaivenes y conveniencias de una política doméstica donde los participantes son reacios al compromiso.

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM      

@CARRENOJOSE

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