DAVOS. Sostuve una conversación en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial. Aquí, inevitablemente apareció el nombre de Claudia Sheinbaum, candidata puntera a la Presidencia quien, según lo que escuché, tiene prácticamente asegurado el triunfo. Esto se dice de ella aquí en los Alpes Suizos:
Primero.- Es una mujer altamente disciplinada, con férreo carácter y rigurosa capacidad de perseguir objetivos. Claudia no se mueve ni un milímetro del camino que persigue, y lo hace con un autocontrol pocas veces visto en un personaje público.
Segundo.- Sheinbaum es una científica, sus motivaciones y sus acciones de política pública están inspiradas en su formación académica. A diferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se mueve por convicciones netamente ideológicas, Claudia más bien tiene un perfil técnico, y gusta de ver evidencias probadas en resultados. AMLO “es un brujo”; mientras ella es una académica.
Tercero.- Claudia dio un viraje sorprendente en la CDMX en uno de los sectores más importantes, la construcción: mientras durante sus primeros dos años al frente del gobierno metió freno de mano, clausuró y detuvo una gran cantidad de obras; en los últimos años liberó, más que nunca, todos los permisos de construcción que le solicitaban. Hoy se construye en la capital más que en ninguna otra época. La ciudad prospera.
Cuarto.- Sheinbaum, a diferencia de AMLO, sí escucha; pero tiene un problema: a quién escucha, pues en el gobierno capitalino estuvo rodeada de personajes radicales, y eso le podría representar un problema severo si los mantiene cerca.
Quinto.- Su activo más importante es su ex secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, quien, a pesar de presentarse como un individuo que parece sencillo y cordial —y lo es—, también sabe ejercer mano dura cuando es necesario. Es un gran policía, afirman.
Sexto, y más importante que todo.- Claudia Sheinbaum se mantiene como un enigma. La incógnita prevaleciente es si una vez que gobierne se decantará por una radicalización de carácter socialista, inmiscuyéndose fuertemente con la propiedad privada y con la libertad de los actores económicos; o si preferirá la libre competencia y el libre mercado.
INDIA
El país que mejor ha entendido de qué se trata Davos en esta ocasión es India, que colocó cinco pabellones en la avenida principal de la ciudad para invitar a la gente de negocios a invertir. Tres estados de India tienen sus propios pabellones, como si Nuevo León o Jalisco lo hicieran por cuenta propia.
BÁRCENA
Los asistentes al Foro Económico Mundial piensan (¿saben?) que fue personalmente el presidente López Obrador quien le habría prohibido a la canciller Alicia Bárcena venir a Davos. Suena lógico, porque estuvo confirmada y registrada.
POR: CARLOS MOTA
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