COLUMNA INVITADA

Marko, Alito y el reparto del pastel

El PRI y el PAN nada ha cambiado, siguen con la misma práctica de hacer a la política un negocio, un botín que se reparten las dirigencias partidarias

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El deterioro no tiene límite; la desvergüenza, tampoco. La revelación del acuerdo firmado al calce y al final del reparto de candidaturas, puestos en la administración pública, organismos “autónomos” y hasta notarías públicas en Coahuila, entre Marko Cortés, Alejandro Moreno y el gobernador Manuel Mejía, desnudó al PRI y al PAN. 

Demostró que en estos partidos nada ha cambiado, siguen con la misma práctica de hacer a la política un negocio, un botín que se reparten las dirigencias partidarias.

Una regla de oro en las redes sociales es: Si tomas, manejas o te enojas, no “tuites”. Al parecer, Marko Cortés estaba muy enojado, hizo berrinche, le pareció buena idea postear su acuerdo con Alito para repartirse el pastel en uno de los últimos bastiones priístas.

No se equivoquen. La revelación de Marko Cortés no fue transparencia, sino un desplante de franqueza que se sustenta en el hecho de pensar que puede hacer cualquier cosa en el PAN. Sorprende que algunos medios de comunicación y formadores de opinión intenten normalizar el hecho, diciendo: así es la política, siempre se trata de acuerdos.

Es verdad que la política se trata de acuerdos, pero estos deben ser públicos. Existen convenios de coalición respecto a candidaturas totalmente legales, pero no del reparto de espacios en la administración pública, menos en órganos supuestamente autónomos y notarías.

Los efectos de esta revelación son varios, el primero e inmediato será en la campaña de Xóchitl Gálvez, que de por sí está estancada desde finales del año pasado y al parecer así permanecerá. Ya sabíamos que la precandidata de la Coalición Fuerza y Corazón estaba controlada por los partidos, pero ahora se demostró que Marko Cortés y Alito no sólo aseguraron su lugar en el Senado, sino que definirán todas las posiciones.

Xóchitl Gálvez se dice candidata de los ciudadanos, pero ya nadie le cree; se deslindó de este acuerdo, pero no basta. Sólo evidencia su papel marginal en las estrategias partidarias. Las cosas seguirán igual: Marko Cortés y Alito controlando a sus organizaciones y sacando provecho de los votos que su candidata reciba. ¿Y el PRD? Como el chinito, nada más mirando.  

A los panistas y priístas se les cayó el teatrito de defender la autonomía del INAI. Para ellos la democracia se reduce a un reparto de cuotas y la autonomía, a colocar a los suyos en puestos de poder. 

¿Cuántos acuerdos como este firmaron los presidentes del PAN y del PRI? Sería bueno que Marko Cortés los publicara. Este desplante me recordó a aquella escena de El Padrino II, cuando reunidos en la Habana, los líderes de las familias mafiosas partieron un pastel, al tiempo que se dividían hoteles, casinos y negocios. Siempre la realidad supera a la ficción. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

La política es de bronce. 

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO

ANALISTA POLÍTICO

@ONELORTIZ

MAAZ