PORTAZO

Las mil y una trampas

Cuando Andrés Manuel L.O. estaba impedido de contender por la Jefatura de Gobierno del DF, debido a su lejana residencia, el acobardado sistema le permitió estar en la boleta. No arrasó, pero ganó

OPINIÓN

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Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Dos recursos sostienen la estrategia inmutable en la conducta política de la IV-T desde sus antecedentes.

Uno es la movilización, la manifestación masiva, la protesta callejera: los bloqueos tolerados de calles y caminos, la victimización. Todo ese conjunto de agitación impune.

El otro es el salto de garrocha por encima (a veces en contra) de la ley. Este último tiene varios ejemplos cimeros, para cuyo ejercicio hoy se tiene el nada despreciable recurso del poder total.

Un antecedente de notable esplendor:

Cuando Andrés Manuel L.O. estaba impedido de contender por la Jefatura de Gobierno del DF, debido a su lejana residencia, el acobardado sistema le permitió estar en la boleta. No arrasó, pero ganó.

Otro.

Ya en el gobierno de la nación, el caudillo se empecina en designar a Taibo (PIT2), como director del Fondo de Cultura Económica, a pesar de su extranjería y en contra de la ley. En este caso, no sólo de su espíritu, sino también de su letra.

Para satisfacer la irregular designación (fuera de regla), el Legislativo obedece fast track la orden y sumiso cambia la ley con baladíes pretextos. Resultado, Taibo dirige (bien o mal) el FCE. La amistad legisla.

Imposible olvidar el esplendoroso caso Juanito. Una señora vetada por el Tribunal Electoral resulta elegible a través de los votos del satelital Partido del Trabajo. Cuando el Don Nadie gane, el jefe de Gobierno propondrá a la Asamblea a la dama antes inelegible para ocupar la alcaldía. Será designada; no elegida. A Juanito lo desechan como papel sanitario usado. La naturaleza se impone.

Hoy se presenta otro caso similar.

El Congreso de la CDMX frena la ratificación de Ernestina Godoy, la fiscal de Claudia Sheinbaum. Tras una reacción presidencial virulenta y desproporcionada se logra la continuidad: el vocero de la señora rechazada queda como responsable del despacho.

Y como no cursó la carrera de leyes, se le confecciona un título “patito” en un galerón falsamente “universitario” con domicilio en la populosa alcaldía donde gobernaba la señora beneficiaria del pobre Juanito aquel y actual candidata a la CDMX.

Pero la historia de estas argucias es prolija y a estas alturas innecesaria.

Sólo quise registrar estas actitudes porque son —en el fondo—falsedades y mentiras, mientras se presume una doctrina cuyos enunciados fundamentales —igualmente falsos—, son no mentir, no robar y no traicionar (al pueblo). 

La mendacidad, el rústico aplomo para fingir, el indecoro, la falta de respeto a las normas, los billetes de tres pesos tienen una confesión plena: no me vengan con el cuento de que la ley es la ley. 

Y es cierto, la ley es un estorbo de conservadores.

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

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