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El hundimiento del PAN

Una semana que pudo ser trascendental para la oposición en México quedó entre las peores

OPINIÓN

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Carlos Zúñiga / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Una semana que pudo ser trascendental para la oposición en México quedó entre las peores, gracias a la exhibición de los acuerdos de repartición de cargos entre PRI y PAN en el estado de Coahuila. 

Si esto fuera un partido de fútbol, los adversarios del régimen tenían frente a ellos varios balones para tirar a gol, pero los perdieron. Días en los que se volvieron a hacer denuncias de tráfico de influencias en la familia presidencial; donde no se logró la ratificación de Ernestina Godoy; en la que se hizo una grave denuncia de posible desvío de recursos a la campaña presidencial oficial quedaron marcados por un autogol de Marko Cortés, quien decidió exhibir en redes sociales un acuerdo firmado con sus aliados priistas para denunciar que incumplieron. Pero quien quedó exhibido fue él y de paso, embarró a Xóchitl Gálvez, dándole al presidente un banquete para que el marcador volviera a beneficiar al gobierno y sus candidatos. 

Cortés acusó al gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, de mentir e incumplir el “Acuerdo Político Electoral Coahuila 2023-2024”, firmado por el propio Cortés, Jiménez y Alito Moreno (entre otros), donde se deja constancia de cómo esperaban se repartirían Distritos, alcaldías; cargos como secretarías, subsecretarías, oficinas del registro civil, oficinas de recaudación, obras públicas, transparencia y hasta notarias y direcciones escolares. Quedó al desnudo el verdadero interés que hay detrás de la alianza electoral: repartición de cargos, la supervivencia política y la obtención de cuotas… básicamente todo lo que Andrés Manuel López Obrador ha dicho de ellos quedó confirmado. El presidente calificó el acuerdo como “mafioso”, para repartirse el botín y nadie tuvo argumentos claros para refutarlo. 

Pero, para el líder panista no hay nada inmoral en su actuar, asegurando, con un aplomo que raya en el cinismo, que sus tratos con el PRI en Coahuila son transparentes y habituales en democracia. 

Sí, es un hecho que en todos lados hay acuerdos para la repartición de cargos. Que cargos públicos, secretarías y direcciones estatales son monedas a cambio del apoyo en campaña. Pero esto fue grotesco. Ningún gobernador de Morena ha dicho algo quizá porque saben de lo que Marko Cortés habla, sin embargo, no han pecado de novatos.  

Pareciera que Cortés decidió hacerle el trabajo sucio a sus adversarios, consciente o inconscientemente, pues de otra forma no podría explicarla la falta de pericia política y sentido común para el líder de un partido político a nivel nacional. Pelear públicamente por migajas en Coahuila deja ver cómo es muy fácil que el PRI chamaquee a sus aliados.  

La más perjudicada será Xóchitl Gálvez, que, aunque ajena a los acuerdos, la hacen ver como parte de ellos, por más que se deslinde. El PAN se hunde y con él se lleva a Xóchitl. 

Mientras, a Cortés con un escaño plurinominal en el Senado asegurado, parece que nada le preocupa. 

POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ 

COLABORADOR

@CARLOSZUP

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