COLUMNA INVITADA

De lealtades y deslealtades

Se sabe que Monreal ha tratado de comunicarse con Marcelo Ebrard, sin haber obtenido respuesta alguna

OPINIÓN

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Adriana Moreno Cordero / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Lealtades y deslealtades, eso es lo que opinan no sólo en el búnker de Marcelo Ebrard, que se vio el pasado miércoles y en este sentido, un dato que pudo haber escapado a la atención el día que Claudia Sheinbaum fue ungida como coordinadora de la 4T, fue el lenguaje corporal que durante todo el evento tuvo el senador con licencia Ricardo Monreal Ávila.

Cuando todo era algarabía, protagonizada por los seguidores de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, al contrario, todo fue seriedad en el rostro del político zacatecano.

Como que Manuel Velasco, del PVEM, se acercó a decirle algo al oído, insistente, y no obtuvo respuesta, si acaso, Monreal movió un poco la cabeza como resistiéndose a asentir.

Gerardo Fernández Noroña intentó lo mismo, pero no obtuvo respuesta.

Todo el tiempo, Monreal tuvo los brazos cruzados llevando la mano a la barbilla, como en actitud de reflexión y cuando le tocó el turno de hacer uso de la palabra, de alguna manera reprochó que Ebrard, que estuvo ausente en el evento, no hubiera sido escuchado, al tiempo que señaló que la alegría de ese momento no debería de cegar ni ser objeto de soberbia.

No obstante, señaló que permanecería junto a la triunfante Sheinbaum Pardo para continuar con el movimiento de transformación en el que, —dijo—, debe prevalecer la unidad.

A la hora que todas las llamadas corcholatas levantaron las manos en señal de triunfo, de inmediato Ricardo Monreal le cedió el paso a Adán Augusto López Hernández para que fuera el exsecretario de Gobernación y no el senador con licencia, el que alzara la mano a Claudia Sheinbaum.

En medio de la tensión cuando el futuro del excanciller está por definirse en breve y en una asamblea nacional, se sabe que Ricardo Monreal ha tratado de comunicarse con Marcelo Ebrard, sin haber obtenido respuesta alguna; lo mismo que le ocurre a la propia Sheinbaum, quien ayer envió varios mensajes al exsecretario de Relaciones Exteriores para —declaró la coordinadora morenista—, dejarle abiertas las puertas de Morena y hablar de que, “creo que siempre tenemos que tender la mano y no hay que hablar de división… siempre de unidad”.

Y es lógico este pronunciamiento por parte de la exjefa de Gobierno, pues a querer o no, en el evento en el que se anunció el resultado de las encuestas a su favor, se vio manchado por la posición que asumió Ebrard.

Otro que se ha quedado también “en visto” en su celular, es el líder nacional de Morena, Mario Martín Delgado, quien tiene también una deuda de lealtad para con el extitular de Relaciones Exteriores, pues no tendría que olvidar que gracias al excanciller, Delgado Carrillo escaló en política, aún antes de que fuera secretario de Finanzas en la gestión de Ebrard como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.

 

POR ADRIANA MORENO CORDERO

COLABORADOR

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