COLUMNA INVITADA

Una nueva etapa en la relación Gobierno - Industria Farmacéutica

A partir de ahora los partidos cuentan con la posibilidad probada de legitimar sus decisiones

OPINIÓN

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Arturo De Lucio / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Tras la pandemia, el mundo enfrenta niveles récord de deuda, tensiones en el comercio internacional y una recuperación económica accidentada. En este contexto, el costo de los medicamentos es una de las mayores preocupaciones de los tomadores de decisión. Según la OCDE, los norteamericanos destinan en promedio de $1,432 dólares cada año a medicamentos, la cifra más elevada a nivel mundial.

El año pasado el presidente Biden promovió un plan para controlar la inflación y reducir las ganancias de la industria farmacéutica a través de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). Esta semana, se anunciaron los primeros 10 medicamentos a negociar: incluye medicamentos para atención de diabetes mellitus, coágulos, artritis reumatoide y cánceres de la sangre, los cuales pertenecen a Eli Lilly, Novartis, AstraZeneca, Janssen, Pfizer, BMS, Merck, Bayer y NovoNordisk.

La IRA permitirá negociar los precios en los medicamentos más costosos y, a lo largo de los seis años de implementación, se establecerá el control de ganancias en caso de que el precio de los medicamentos aumente más rápido que la inflación. También entrará en vigor la eliminación de los gastos catastróficos en medicamentos en Medicare.

Esta regulación podría encontrar sus orígenes en Nueva York, cuando en 2020 se estableció un límite al precio de la insulina para los pacientes con diabetes. Otra referencia es Europa, con el precio de referencia como política ampliamente extendida para establecer un precio máximo de reembolso para medicamentos con características similares.

Se advierten dos preocupaciones. Por un lado, los controles de precios pueden generar distorsiones en el mercado, como escasez. Por otro lado, una regulación mal diseñada podría frenar la inversión en investigación. Según información pública, las promesas de la industria que podrían no volverse realidad sin la inversión de la industria son la terapia génica para la hemofilia, la terapia para la distrofia muscular de Duchenne, la vacuna contra el VIH, entre otras.

La asignación de recursos en salud es un componente crucial en el presupuesto federal de los Estados Unidos. Para encaminar al país hacia una estabilidad fiscal sostenible, es imperativo que legisladores, tomadores de decisiones, organizaciones civiles y empresas comprendan la urgencia de manejar con eficacia los recursos. Si la política tiene éxito, podría abrir la puerta a una colaboración novedosa con la industria farmacéutica, que podría ser replicada en otros países. De tener éxito significaría al mismo tiempo la reducción de costos y a una mejora en los resultados de salud.

POR ARTURO DE LUCIO

ASOCIADO DEL PROGRAMA DE JÓVENES DEL COMEXI

@ARTURODELUCIO

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