COLUMNA INVITADA

Entre la Libertad Económica y la Esclavitud Fiscal

Esta semana, el #Blindspot o punto ciego en nuestro debate público radica en nuestra actitud hacia la libertad económica. Muchos de nosotros no somos conscientes de la manera en que los impuestos nos atan, como si fuéramos esclavos fiscales

OPINIÓN

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Óscar Sandoval / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Siempre me ha gustado conversar con los liberales porque retan a las ideas, incomodan, disfrutan incomodar y, sobre todo, siempre entienden que el éxito puede ser de todos. Además, van al origen del pensamiento común, que parece correcto por ser socialmente aceptable, pero al diseccionarlo nos enteramos de que solo estamos siendo borregos de la idea y el interés de alguien.  

Esta semana, el #Blindspot o punto ciego en nuestro debate público radica en nuestra actitud hacia la libertad económica. Muchos de nosotros no somos conscientes de la manera en que los impuestos nos atan, como si fuéramos esclavos fiscales.

Vámonos a los ejemplos. Uno de los retos que enfrentamos los empresarios es que los empleados no saben y, peor, no les interesa saber cuánto ganan realmente: entre 30 y 50 por ciento más de lo que reciben en su cuenta, y que en realidad lo que no quieren saber o aceptar es que prácticamente la mitad de la jornada laboral la trabajamos, todos, para el gobierno.

Esta semana platicamos en La Billetera de ADN40 con Axel Kaiser, un promotor de las ideas liberales, pero, sobre todo, diría yo, un retador del pensamiento común que habla de cosas de las que a los mexicanos no nos gusta hablar y rechazamos con la crítica. En la conversación soltó una afirmación inquietante: “los impuestos son una forma de agresión sobre la libertad de los individuos”.

La acompañó con el origen histórico del cobro tributario: “surgen como un robo, el Estado se origina como grupos de delincuentes que van y dominan a otros grupos que eran más débiles. Al principio los mataban, después se dieron cuenta que era mejor dejarlos vivos para que trabajaran y les quitaban una parte”.

Además, Kaiser aclaró una interpretación errónea común acerca de Robin Hood. Este personaje histórico no robaba a los ricos para darle a los pobres, sino que recuperaba los impuestos excesivos del Estado para devolvérselos a sus legítimos propietarios.

En nuestra época, las estrategias fiscales, que han sido satanizadas durante este sexenio, son en esencia ese Robin Hood moderno. Actúan dentro del marco legal para recuperar una parte del dinero que las empresas han generado a través de su esfuerzo y contribución al crecimiento económico.

Entonces, ¿por qué demonizamos a aquellos que legítimamente quieren proteger sus ingresos? La respuesta es doble: en parte es envidia, y en parte es un fallo en nuestro coraje para cuestionar el estado de las cosas. Es crucial entender que cuestionar no es lo mismo que criticar. Cuando comprendamos esa distinción, estaremos un paso más cerca del verdadero éxito.

En resumen, si en tu empresa se te descuenta más de lo estipulado por la ley, ¿te quedas en silencio? ¿O te atreves a preguntar y cuestionar si algo parece injusto o ilegal? Mi apuesta es que eliges la segunda opción, y es ese acto de cuestionar lo que nos acerca al éxito.

#BlindspotEducación A lo largo de mis años como profesor tanto en niveles de preparatoria como de maestría, siempre inculqué en mis alumnos la idea de que la universidad es una plataforma para construir sólidos marcos mentales, indispensables para afrontar los desafíos que la vida les presentará. Hoy, quiero añadir un nuevo componente a esa visión educativa: la imperante necesidad de conocer la Universidad de la Libertad, recién inaugurada este lunes pasado por su fundador, Ricardo Salinas Pliego; y ejemolo de cómo la educación con un enfoque en la libertad tiene el poder de transformar México.

#BlindspotElectoral En medio de una eterna campaña presidencial que mantiene a México en constante suspenso, el país alberga una esperanza casi mística de que Estados Unidos resolverá nuestros problemas internos. Sin embargo, se pasa por alto que nuestro principal socio comercial también enfrenta su propio dilema electoral: un 73% de los votantes estadounidenses considera que el presidente Biden está demasiado viejo para postularse de nuevo y un 58% percibe que su economía se ha deteriorado en los últimos dos años (WSJ), lo que es delicado porque el desempeño económico es su estandarte. Ambos factores definen elecciones.

POR ÓSCAR SANDOVAL SAENZ
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ

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