OMNIA

Contemos también lo bueno

En el mensaje por su quinto informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró el santo

OPINIÓN

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Eduardo R. Huchim / Omnia / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En el mensaje por su quinto informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró el santo y seña de su gobierno, “Para el bien de todos, primero los pobres”, y el cumplimiento de esta divisa lo respaldó con el dato duro, divulgado recientemente por el Coneval, de que la población en situación de pobreza multidimensional pasó de 51.9 a 46.8 millones de personas a nivel nacional, entre 2018 y 2022. Es decir, hubo una reducción de 5.1 millones.

En un país donde no hubiese el grado de polarización que existe en México, ese dato sería no sólo reconocido sino festejado por todos, pero aquí no. Aquí domina el discurso de la descalificación mutua: de la 4T hacia la oposición y de ésta hacia el gobierno y la 4T. La buena noticia, difundida por el Coneval y apoyada en información del Inegi, incluye también el dato de que la pobreza extrema aumentó ligeramente: de 8.7 a 9.1 millones de mexicanos.

Por otra parte, la economía del país, receptora de los peores augurios cuando AMLO ganó la elección, va realmente bien, y contradice el discurso opositor de que la 4T está destruyendo al país. Resulta inocultable que el presupuesto se está ejerciendo razonablemente bien y la austeridad permite disponer de recursos no sólo para cubrir los varios programas sociales, sino incluso para aumentar en 25%, a partir de enero próximo, los montos de las pensiones para adultos mayores. Se les atribuyen propósitos electorales a esos programas, pero se soslaya que todo gobierno que se respete suele trabajar para que su partido mantenga el poder en la siguiente elección, aun cuando no siempre lo logre.

La austeridad se refleja, por ejemplo, en que en 2018, último año del sexenio de Enrique Peña Nieto, la oficina del Presidente gastó 360 millones de pesos y actualmente esa oficina eroga sólo 60 millones. Es cierto que la delincuencia es un azote grave y permanente en el país, pero no deben subestimarse las cifras menguantes que el Presidente subrayó: Los delitos del fuero federal se han reducido en 24%; el homicidio, en 17%; el feminicidio, en 29%; el robo de vehículo, en 44%; y el secuestro, en 80%. Importa señalar que esas cifras no incluyen datos del fuero común.

¿Estoy dibujando Jauja? Por supuesto que no. En este gobierno -como en todos- hay decisiones erróneas y asuntos que aún están a medio camino. Por ejemplo, el enjuiciamiento de todos los responsables del caso Ayotzinapa, inclusive militares, es todavía asignatura pendiente, por más que ha habido avances importantes respecto a lo que se tenía en 2018. El combate a la corrupción está lejos de triunfar -yo diría que abundan las historias en que la corrupción triunfa-, pero ha habido también avances significativos. Además, contra lo que ocurrió en sexenios anteriores, sobre todo en el de Peña Nieto, en la Jefatura del Estado mexicano no está un corrupto sino un hombre honrado y austero.

Dicho de otro modo, hay tareas pendientes, falta camino por recorrer, pero es conveniente reconocer y contar también lo bueno.

Plus online: Crece la inversión

Las buenas perspectivas de la economía mexicana son frecuentemente expuestas por los especialistas. Apenas el martes pasado (05/09/23), Enrique Quintana escribía en su influyente columna Coordenadas:

“Si no es el nearshoring, pues entonces será un milagro del Santo Niño de Atocha, pero la inversión productiva en México está creciendo como nunca lo habíamos visto”. Añadió que el lunes anterior el INEGI informó que la inversión fija bruta creció a tasa anual de 28.6% en junio.

“Además, resulta completamente inédito que la llamada inversión en ‘construcción no residencial’, es decir, la construcción de infraestructura, plantas, bodegas, centros comerciales y demás, tuvo un crecimiento de 70.3 por ciento a tasa anual”, escribió en El Financiero (https://shorturl.at/czO35).

Por su parte, Larry Rubin, presidente de la American Society of Mexico, compara a la economía mexicana con un vehículo que actualmente va a 60 kilómetros por hora y, si lograra correr a más de 120 kilómetros, “seguramente atraerá las inversiones de 750 empresas extranjeras, las cuales han visto el atractivo en el país gracias al nearshoring”. 

“El nivel de comercio bilateral pudiera estar yéndose de 700,000 millones de dólares, que es hoy la relación comercial bilateral, a más de un trillón de dólares (un billón de dólares en México)”, le dijo recientemente a Forbes (https://shorturl.at/kpHJ5).  

Es decir, la economía de México va bien y, en opinión de Rubin, podría ir todavía mejor.

EDUARDO R. HUCHIM

COLABORADOR

@EduardoRHuchim

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