Ojalá todos tuviéramos la virtud de la practicidad. La selección mexicana está en boca de todos, luego de que se diera a conocer que Julián Quiñones, un futbolista histórico dentro de nuestro balompié a su corta edad, ha decidido naturalizarse para formar parte del representativo de todos.
Llegó a Tigres bastante joven, sin siquiera debutar en territorio cafetalero en la Primera División. Fueron los Lobos BUAP, quienes le dieron la oportunidad en este país, y ya había demostrado su calidad. Posteriormente emigró a los Tigres, y tras una lesión con tintes catastróficos en la rodilla, parecía que su carrera se iba a caer a pedazos, pese a que aún tenía una gran edad para recuperarse. Lo llegaron a apodar "El Raquetas”, porque todas las pelotas le rebotaban.
Recordemos que Ricardo Ferretti, aunque le dio muchas oportunidades, se le culpó de ponerlo en otra posición que no era la suya, y así, como casi todos los que pretenden hacerle competencia a André Pierre-Gignac, terminan fracasando en el intento de convertirse en pieza clave de los de San Nicolás. Tras ese periodo, arriba al Atlas de Guadalajara con más dudas que certezas, pero ahí recuperaría su gran nivel después de la lesión, registrando 36 anotaciones y 12 asistencias en 83 partidos, siendo parte fundamental del bicampeonato después de aquella sequía tan prolongada de 70 años; hasta la fecha, la más larga para una escuadra de la Liga MX sin registrar trofeos para sus vitrinas.
En América, ya registra seis goles y tres asistencias en el mismo número de cotejos, una estadística monstruosa que indica que participa en un gol cada 90 minutos, sea convirtiendo o dándole pie a sus compañeros a que lo hagan.
Escucho y leo por todos lados a colegas que con tintes xenófobos tratan de polemizar el hecho de que un elemento formado futbolísticamente en México sea parte de la legión futbolística que representará al país en competencias internacionales, y como mencionaba al principio de esta entrega, no nos enrollemos.
Seamos prácticos, aunque se haya naturalizado o nacido aquí, ya es mexicano. Como tal no hay mucho que agregar y cualquier discusión sobre si debe estar o no se tiene que descartar, simplemente por legalidad. Al momento que reciba los documentos pertinentes en las manos, es elegible como cualquier otro. Hablar de que debe haber un límite es discriminación. Ninguno de estos elementos tiene la culpa de que las leyes sean benévolas para el proceso.
Siendo así, bienvenido Julián y a aportar el gran nivel que ostenta y la competencia interna para el equipo nacional. Dejémonos de discusiones absurdas y así sea uno u 11 nacionalizados, si son mejores que los nacidos aquí, tienen que estar en el equipo. Si no les gusta cambien las leyes. respetemos a nuestros compatriotas que adoptaron a esta patria como suya.
POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE HERALDO DEPORTES LAGUNA EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA
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