COLUMNA INVITADA

Las decisiones erráticas, lo común de 2018-2024

La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) estima que alrededor de mil vuelos por semana se verán afectados por la decisión gubernamental de reducir las operaciones en el AICM a partir del 29 de octubre

OPINIÓN

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José Lafontaine Hamui / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Nuevamente, el gobierno arremete contra la aviación comercial, esta vez disfrazando su decisión bajo la apariencia de "protección civil". Es innegable que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) siempre ha sido un punto crítico en el sistema de transporte aéreo del país, pero las recientes decisiones del gobierno mexicano han llevado a un escenario perjudicial para los pasajeros, quienes sufrirán las consecuencias de estas medidas. Todo esto se origina en la lamentable cancelación de la construcción del aeropuerto de Texcoco y la necesidad de satisfacer los caprichos personales de quienes ordenaron la construcción del aeropuerto de Santa Lucía (Felipe Ángeles). Invocando sin evidencia consistentes la "protección civil", sin una evaluación adecuada ni reflexión profunda, se procede a reducir las operaciones del AICM, lo que demuestra una vez más la incapacidad del gobierno de México para tomar decisiones sensatas en beneficio de la población. Es relevante recordar que la base electoral del presidente no se desplaza en avión.

La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) estima que alrededor de mil vuelos por semana se verán afectados por la decisión gubernamental de reducir las operaciones en el AICM a partir del 29 de octubre. Esto, sumado a la disminución de nueve operaciones por hora, representa una significativa merma en la capacidad del aeropuerto, con el potencial impacto en más de 1.4 millones de pasajeros durante noviembre y diciembre de 2023.

Canaero, que representa a las principales compañías aéreas del país, advierte sobre las consecuencias negativas que esta medida tendrá para los viajeros. Las cancelaciones de vuelos, la reducción de asientos disponibles y el aumento en el costo de los boletos son solo algunas de las consecuencias que los pasajeros deberán soportar debido a la falta de coordinación y comunicación entre el gobierno y las aerolíneas, además de la terquedad en la implementación de las políticas presidenciales. La buena noticia es que, independientemente de quién llegue a la presidencia, podemos estar seguros de que estaremos mejor, considerando los graves problema que le serán heredados por esta.

El director general del AICM, el Vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño, publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la resolución que reduce las operaciones por hora en el aeropuerto. Esta medida se suma a la decisión tomada el año anterior de reducir aún más las operaciones para permitir la realización de obras de infraestructura en la terminal aérea. Si bien la inversión en infraestructura es necesaria, estas decisiones deben ser planificadas adecuadamente para evitar el caos y perjuicio a los pasajeros. Desafortunadamente, en México, las obras del actual gobierno son ejecutadas de manera improvisada e ineficaz.

El argumento del gobierno sobre la capacidad de operaciones por hora como el problema central del AICM es insuficiente. El objetivo es hacer crecer Santa Lucía, no debido a sus beneficios evidentes, sino por decreto. La verdadera raíz del problema se encuentra en la falta de inversión y mantenimiento de las instalaciones del aeropuerto.

Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus son algunas de las aerolíneas que se verán más afectadas por la reducción de slots en el AICM. Estas compañías, que ya han enfrentado dificultades debido a la pandemia y a la competencia en el mercado, tendrán que lidiar con la reducción de su capacidad de operación en uno de los aeropuertos más importantes del país. Estas aerolíneas han enfrentado numerosos desafíos, esto solo añade más obstáculos a su recuperación y crecimiento. Esta situación, combinada con el aumento en el costo de los boletos y las cancelaciones de vuelos, afectará directamente a los pasajeros que vuelan desde y hacia la CDMX.

En resumen, las decisiones erráticas de el actual gobierno son la regla de 2018-2024, han tenido y tendrán un impacto profundo y duradero en México.  Aunque este periodo gubernamental llega a su fin, las consecuencias de estas decisiones seguirán afectándonos durante las próximas décadas. El gobierno actual ha demostrado repetidamente una falta de visión y una incapacidad real para tomar decisiones informadas y estratégicas. El caso del AICM es solo un ejemplo más de esta falta de visión y eficiencia. Los ciudadanos deben exigir a sus próximos candidatos una gestión gubernamental más competente y comprometida con el bienestar de todos. Esperamos que el próximo gobierno revise y rectifique estas decisiones erróneas en beneficio del país,  el actual; sabemos que no lo hará.

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