ANÓNIMO ERA UNA MUJER

La revelación de un Pueblo

Claudia Andujar utilizó la fotografía como una herramienta de lucha para denunciar los abusos y el despojo en contra de los yanomami

OPINIÓN

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Melissa Moreno / Anónimo era una mujer / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En la selva amazónica permanece una tribu indígena aislada del mundo exterior que libra una batalla por su supervivencia. Durante siglos, los yanomami han habitado una vasta área de bosque en la frontera entre Brasil y Venezuela viviendo de la pesca, la caza y la recolección. Hoy suman unos 54 mil y corren el grave riesgo de perder sus tierras, cultura y tradiciones. La avaricia por el oro y otros minerales atrae a saqueadores que talan sus bosques, envenenan sus ríos e introducen enfermedades mortales. 

Desde 1971, la brasileña Claudia Andujar acompaña la lucha de este grupo contra la violación a sus derechos y en defensa de su territorio. Además de una destacada exponente de la fotografía contemporánea es una importante artista-activista. Con 92 años, desde hace 50 trabaja con ese propósito particular.

Andujar visitó por primera vez a los yanomami para escribir un artículo y desde entonces se convirtieron en su segunda familia. A fines de los 70, el gobierno brasileño decidió colonizar la Amazonia provocando el despojo de tierras, la deforestación y epidemias. Como refugiada de la Segunda Guerra Mundial, cuyo padre judío y otros familiares murieron a manos de los nazis, vio reflejo en el genocidio europeo y decidió actuar. Junto al chamán y líder yanomami Davi Kopenawa, el misionero Carlo Zacquini y el antropólogo Bruce Albert, Claudia dejó de centrarse en lo artístico y comenzó a utilizar la fotografía como herramienta de campaña. El trabajo funcionó y después de más de una década, el gobierno brasileño acordó demarcar el territorio yanomami. Sin embargo, recientemente la protección fue amenazada por el gobierno de Bolsonaro. De ahí la importancia y vigencia de la obra de Andujar, que muestra que la protección del medio ambiente es una lucha permanente y que el arte puede ser una “herramienta para reafirmar el conocimiento de los pueblos indígenas”.

POR MELISSA MORENO
MELISSA.MORENOC@GMAIL.COM
@MELISSOTOTOTA

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