Los números y cifras nos han brindado un claro mensaje: México tiene un inmenso potencial en el ámbito deportivo que debe ser aprovechado. Ello conlleva beneficios tanto a nivel social como económico.
México y sus deportistas siguen dando buenos resultados gracias al hambre de triunfo, sacrificio y pese a cuestionables actuaciones de los gobernantes y encargados de entidades para la promoción del deporte en el país, pero ¿cuando será suficientemente atractivo recibir competiciones de máximo nivel y tener audiencias que impongan récords?
En menos de mil días México, junto a Estados Unidos y Canadá, será sede del máximo torneo de fútbol a nivel selecciones. Pese a que dicha asignatura enervó a muchas personas debido a la situación actual del país, debemos tener en cuenta todos los detalles y situaciones favorables que podrían desencadenarse de albergar la vigesimotercer edición de tan importante torneo, y por qué no, más torneos mundiales o que competencias nacionales tengan relevancia a nivel mundial.
Miremos algunas cifras que nos ayudarán a entender el ecosistema deportivo actual y cómo estamos posicionados a nivel mundial. Según la FIFA, 1,500 millones de espectadores tuvo la final Argentina-Francia del Mundial Qatar 2022 y cerca de 2,640 millones de dólares recaudados. Este será el parámetro para el siguiente mundial.
Aproximadamente 110 millones de espectadores tuvo el Super Bowl 2023. Una de las competencias más llamativas en el continente americano, que cada vez acumula más seguidores dentro y fuera de Estados Unidos, recaudando cerca de 600 millones de dólares en 2023.
En cuanto a eventos deportivos en México, las cifras no son desalentadoras, hasta 31 millones de televidentes, fue impacto del América-Cruz Azul de 2018. Más de 58 mil personas acudieron al Estadio Azteca para la final del Clausura 2023 entre América y Pachuca, 3.6 millones de personas siguieron la transmisión en televisión abierta, de cable y servicios de streaming, igualando incluso la cifra de espectadores del Clásico Tapatío varonil del mismo torneo.
Los números respaldan y reflejan la ferviente pasión de los mexicanos por el deporte y la capacidad de atraer la atención del mundo, estamos listos para dar un paso audaz hacia un futuro prometedor en el ecosistema deportivo mundial. ¿Cómo podemos lograrlo? La respuesta es clara: impulsando el deporte nacional, las ligas existentes y la creación de más ligas profesionales en nuestro país, posicionándonos como sede de eventos deportivos de relevancia internacional.
Esto no solo proporcionará una plataforma para que los atletas locales se destaquen y crezcan, sino que también inversionistas y patrocinadores sean atraídos, lo que contribuye a una inyección significativa de capital en nuestra economía. El éxito deportivo no solo se traduce en medallas y trofeos, sino también en empleo, desarrollo de infraestructura y crecimiento turístico.
Es primordial que las entidades gubernamentales, empresariales y deportivas unan fuerzas para hacer realidad este sueño. Se necesitará inversión, planificación estratégica y colaboración para garantizar que nuestros estadios y sedes cumplan con los estándares internacionales y ofrezcan una experiencia inolvidable a los visitantes.
La grandeza está a nuestro alcance; es el momento de hacer historia y convertirnos en un epicentro deportivo de renombre mundial.
Por Diego Sánchez González ‘SAGO’
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