COMANDO Y CONTROL

Desfile, neutralidad y capacidades estratégicas

Además, de sus operaciones en Ucrania, Grupo Wagner mantiene presencia significativa en África.

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Durante siglos, la geografía ha sido el principal inhibidor de conflictos. Ríos, mares, cordilleras, desiertos, selvas tupidas, bosques frondosos o simplemente distancia, han servido de obstáculos para que muchas naciones no peleen.

Para Rusia, la geografía no le favorece. Sus capitales industriales, financieras y políticas se encuentran separadas de Europa por una enorme planicie. 

La única ventaja que le ofrece la geografía es lo vasto de su territorio, que, mezclado con un duro invierno, son las únicas barreras para defenderse de Occidente. Para Rusia, los Montes Urales están en el lugar equivocado.

Las potencias militares han logrado romper con las barreras naturales desarrollando capacidades estratégicas, desde grandes flotas navales con medios anfibios, hasta grandes fuerzas aéreas con aviones de
largo alcance.

La tecnología, que se convierte en la llave para los candados de la geografía, ahora está cada vez más al alcance de naciones que antes solo podían fantasear con misiones de largo alcance:  a principios de septiembre, fuerzas especiales ucranianas llevaron a cabo ataques con drones en contra de posiciones de la compañía de mercenarios Wagner en Sudán y sus patrones locales, las Fuerzas Rápidas de Apoyo del Sudán (RSF).  

Además, de sus operaciones en Ucrania, Grupo Wagner mantiene presencia significativa en África, apoyando a regímenes autoritarios en Malí, Libia, Sudán y Siria.      

África es un teatro de operaciones muy remoto para Ucrania y muchos se preguntarán cuál es el objetivo de llevar a cabo un ataque en contra de posiciones de mercenarios rusos en el sur del Río Nilo.  Pues las RSF de Sudán, y los países mencionados, pagan a Wagner (y por ende a Rusia) con amplias concesiones para explotar sus recursos minerales, incluyendo minas de oro.

El acceso a estos minerales le ha permitido a Rusia subsistir e incluso evadir algunas de las sanciones económicas internacionales.

Así como continuar con la producción de armamento que requiere de componentes minerales cada vez más difíciles de sortear dadas los embargos internacionales, de acuerdo con Erwan de Cherisey, un experto de la compañía Janes (Jane's Information Group).        

Hay países que -ante las pocas capacidades tecnológicas- consideran a la diplomacia como otra "capacidad estratégica".  
México es uno de ellos.  Tomar una posición "neutral" le sirvió a México durante la Guerra Fría para prevenir que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas o Cuba apoyaran materialmente a los movimientos comunistas
en el país.  

Sin embargo, tomar una posición "neutral" ante la flagrante violación del estado de derecho internacional por parte de Rusia, en pleno siglo XXI, tiene otra connotación.    

Más aún, el invitar a que un contingente militar ruso participara en el Desfile Cívico Militar del pasado 16 de septiembre, no es un ejercicio de neutralidad ni de soberanía, es una ofensa tanto para las naciones democráticas soberanas como para la comunidad internacional.

Si bien es clara y comprensible la afinidad mezclada con admiración de la administración saliente por Cuba, Nicaragua, Venezuela e incluso China, por ser países con ideologías de
izquierda.  

El invitar a Rusia, cuya ideología es capitalista (autocrática y totalitaria), a participar en una fiesta tan importante no es un acto de independencia o neutralidad, es una decisión política que pone en una posición muy incómoda a las fuerzas armadas de México, con quienes históricamente han tenido un contacto casi nulo. 

POR IÑIGO GUEVARA MOYANO

DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

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