COLUMNA INVITADA

Big Data ¿Estás Ahí?

El delicado equilibrio entre facilitar el comercio legítimo y combatir el comercio ilícito plantea numerosos desafíos para las administraciones aduaneras del mundo

OPINIÓN

·
José Ignacio Zaragoza Ambrosi / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La Organización Mundial de Aduanas habla en una de sus más recientes publicaciones de cómo pasar de la gestión de riesgos a la inteligencia de decisiones para frenar el fenómeno global del contrabando y la subvaluación.

El delicado equilibrio entre facilitar el comercio legítimo y combatir el comercio ilícito plantea numerosos desafíos para las administraciones aduaneras del mundo. Tres de ellos parecen ser comunes en todos los países:

1) Una proporción desmedida entre personal y carga de trabajo. Este siempre ha sido un problema importante, pero ahora, con el comercio electrónico en constante crecimiento en el comercio transfronterizo, los funcionarios de aduanas necesitan rastrear un número significativamente mayor de envíos, junto con más papeleo y partes interesadas.

2) Muchas administraciones e investigadores de Aduanas necesitan analizar cantidades masivas de datos, que a menudo están dispersos en fuentes dispares, lo que hace que el descubrimiento eficiente de infracciones de Aduanas sea extremadamente difícil.

3) Incluso con una cantidad proporcionada de personal y un manejo eficiente de los datos, muchas administraciones de Aduanas aún no logran compartir conocimientos e información significativos con otras administraciones, lo que deja espacio para quebrantamientos legales e ineficiencia.

Para poder superar estos retos, las Administraciones Aduaneras deben cambiar su enfoque de una gestión de riesgos a la inteligencia de decisiones: fusión de datos; análisis avanzados, incluidos modelos basados en aprendizaje automático (inteligencia artificial); y una interfaz de soporte de decisiones que permita la revisión y colaboración utilizando datos vistos a través de un único panel. Es decir, que la tecnología haga el trabajo pesado para aliviar los dos primeros desafíos y facilitar la resolución del tercero. 

En última instancia, esto daría a las organizaciones aduaneras la capacidad de ir más allá de las investigaciones de lo que ha sucedido para detectar tendencias y patrones y, sobre todo, tomar decisiones basadas en datos en todos los niveles de las operaciones aduaneras.

La inteligencia de decisiones según la OMA es el mecanismo con el cual las autoridades aduaneras en lugar de considerar un contenedor o envío a la vez, puedan utilizar una variedad de técnicas de exploración para revelar información oculta en los macrodatos, revelando conexiones sospechosas entre envíos, participantes de la cadena de suministro o incluso mercancías y eventos pasados que fueron capturados por la autoridad. 

Al pasar a un modus operandi de inteligencia de decisiones, los investigadores de Aduanas buscan patrones temporales o patrones geográficos, así como relaciones que revelan información sobre qué contenedores inspeccionar, haciendo un mejor uso del personal limitado. 

Y lo mejor, la inteligencia de decisiones va más allá de la identificación de objetivos a corto plazo. Su objetivo es revelar metodologías de fraude aduanero que no pueden identificarse fácilmente desde la perspectiva del personal.

Al utilizar métodos basados en datos para descubrir patrones de infracciones aduaneras, las inspecciones de las autoridades aduaneras pueden ser más eficientes, enfocadas y efectivas, con un subproducto importante como una mayor recaudación de ingresos y la optimización del proceso de despacho.

Por ello, es necesario dice la OMA, implementar un enfoque basado en datos para aprovechar el poder del big data. Sin embargo, la magnitud del problema de los big data que enfrentan las autoridades aduaneras es enorme, incluso en los países más pequeños y con pocas operaciones comerciales. Imaginemos el reto para nuestras autoridades siendo el país número 12 en importaciones y exportaciones, el primer socio comercial de los Estados Unidos y 120 millones de habitantes que cada día hacen crecer el comercio transfronterizo. 

Este es sin duda el camino correcto, pero a las administraciones aduaneras del mundo lideradas por la OMC, les quedan kilómetros por delante y en esta ruta deben de ir acompañados de sus socios seguros de la cadena de suministro. No hay más.

POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI 
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR 
@IGNAQUIZ 

PAL