VIDA LENTA

Un gancho a la vez

Hay 92 millones de toneladas de desperdicio textil que son generados cada año por la industria de la moda

OPINIÓN

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Ariadna Fuentes / Vida Lenta / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Hay 92 millones de toneladas de desperdicio textil que son generados cada año por la industria de la moda. Desechos que terminan en montañas de ropa en lugares como el desierto de Atacama o la costa del África subsahariana. Después de ser fabricadas en China, Vietnam y Bangladesh, las piezas que no se vendieron por todo el mundo, se juntan y terminan en los puertos de Chile, 39 mil toneladas.

La buena noticia es que, desde diciembre del año pasado, el gobierno de Chile ha declarado el desierto como área protegida. Va a ser muy interesante analizar qué harán con las montañas de hasta 10 metros de altura de ropa que existen ahí. Y es que este no es sólo un problema del desierto de Atacama, nuestra ropa termina en vertederos por todo el mundo. Lo de menos es la contaminación visual, la realidad es que esta ropa tarda años en degradarse y en el proceso contamina el terreno donde se encuentra y todo lo que rodea, poniendo en peligro al ecosistema y a los humanos que habitan cerca.

La ropa, en particular, cuando se descompone genera metano que es mucho más potente y tóxico que el CO2, los mantos acuíferos también se ven afectados por el agua con colorante que genera la descomposición de estos textiles. La cantidad de ropa que se genera anualmente es demasiada, literal es más de la que podemos consumir, si lo dudan hay 39 mil toneladas anuales que nos lo demuestran. Se necesita un cambio de raíz, repensar la forma en la que producimos ropa y cómo la desechamos. Mientras logramos este cambio hay proyectos ambiciosos y creativos que están solucionando el actual problema.

He tenido el placer de conocer a GRAFF, una empresa social que tiene como objetivo transformar cientos de toneladas de textiles en productos de plástico. Ellos crearon Texterial, un material que procesa cualquier tipo de desecho textil y lo vuelve un plástico nuevo. Su objetivo es lograr retirar la mayor cantidad de toneladas de textiles posibles y crear un nuevo material con el que no sólo puedan hacer ganchos, sino también paneles, juguetes, partes de vehículos o incluso el interior de los aviones. Ahorita pueden comprar sus ganchos hechos con este material, los cuales tienen una mayor durabilidad que los que conocemos y están hechos para crear un cambio.

Me emociona ver este tipo de proyectos. Da un respiro de esperanza saber que no soy la única preocupada por el planeta y que estamos buscando soluciones. Si no sabes cómo iniciar, empiecen por empaparse de proyectos como este y compren sus productos. Recuerden que está en nosotros como consumidores cambiar al mundo con nuestro poder de compra, un gancho a la vez.

POR ARIADNA FUENTES

COLABORADORA

@ariadnafuug

MAAZ