COLUMNA INVITADA

Trenes de pasajeros y soberanía nacional

El ferrocarril fue quizá la herramienta más importante en la consolidación de la economía nacional mexicana

OPINIÓN

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José Narro Céspedes / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El ferrocarril fue quizá la herramienta más importante en la consolidación de la economía nacional mexicana desde finales del siglo XIX e inicios del siglo XX.  Desde el Porfiriato, la creación de líneas ferroviarias sirvió para el transporte de personas y mercancías desde diversos puntos del territorio nacional y hacia nuestras fronteras, especialmente en los puertos y la frontera territorial con Estados Unidos.

A pesar de ser una herramienta útil para el crecimiento económico, éste estaba más que nada tutelado por el capital extranjero, por lo que Lázaro Cárdenas decidió nacionalizar los ferrocarriles durante su mandato presidencial. Con ello, la economía nacional, de la mano del gobierno y del capital nacional, alcanzó una bonanza que, junto al crecimiento de industrias como la petrolera o la eléctrica, fueron el primer paso a lo que se denominó el milagro mexicano, durante las décadas de 1940 a 1970.

Luego, vendrían los neoliberales. En 1995, Ernesto Zedillo hizo el cambio al artículo 28 Constitucional, permitiendo que el Estado mexicano concesionara los ferrocarriles mexicanos nuevamente a empresas privadas y extranjeras, Similar a lo que nos dicen ahora con el petróleo, el argumento de los neoliberales fue que los ferrocarriles eran una industria anticuada y era mejor pasarla a manos de los privados. Así, fueron entregando minas, vías férreas, puertos, aeropuertos, yacimientos, refinerías, tierras y en general todas las unidades productivas nacionales a las grandes empresas extranjeras.

Con la creación de proyectos como el Tren Maya o el Corredor Interoceánico, emblemas de este primer sexenio de la Cuarta Transformación, el presidente López Obrador y el Gobierno de México están apuntando a recuperar algo del terreno perdido en la soberanía económica de nuestro país. Ambos proyectos serán líneas ferroviarias que recorran puntos estratégicos del sur de nuestro país. No solo incluirán carga de mercancías, cosa útil para los negocios de gran calado, dado que el costo de transporte de mercancías es menor en muchos casos cuando se hace por tren.

Los trenes que la Cuarta Transformación está construyendo permitirán también transportar personas, tanto para el turismo como para el trabajo. La estrategia es desarrollar con justicia social y visión de Estado la economía de regiones que pudieron ser desarrolladas desde hace décadas, pero que no contaron con el apoyo de los gobiernos anteriores.

Sin duda, los proyectos de desarrollo integral que el Gobierno de México está llevando a cabo ayudarán a fortalecer la industria del país, especialmente las regiones del sur de México. Además, permitirá que nuevas industrias florezcan, y que lugares de nuestro país que no eran conocidos ni por los mexicanos tengan la oportunidad de crecer y abrir sus puertas al mundo entero. Así se ve la soberanía mexicana.

José Narro Céspedes
Colaborador
@josenarro

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