COLUMNA INVITADA

Nuestra función hoy

Una sociedad que vive en la confusión, con un gobierno de autócratas 3P, constituyen la mezcla adecuada para llevar al país hacia el caos.

OPINIÓN

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Cecilia Romero / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Lo importante es asumir el papel que a cada uno corresponde, en lo individual y lo social, para acometer este desafío con las mejores armas, si lo que queremos es que las cosas cambien.

En los tiempos que corren impera la confusión.  La incorporación de la inteligencia artificial a las redes sociales pone en duda la autenticidad de la información; confundimos las voces, los mensajes, los interlocutores.  Personajes emiten discursos contradictorios de un momento a otro; personas que escuchan una misma conferencia entienden conceptos distintos la una y la otra.

Cobra cada vez mayor actualidad la expresión de Moisés Naím (2022) de que vivimos en una época de ‘populismo, polarización y posverdad’.  Los ‘autócratas 3P’ como él los llama, ostentan el poder y trabajan por conservarlo a costa de las instituciones, los contrapesos y la sana deliberación en torno a los problemas nacionales. 

Una sociedad que vive en la confusión, con un gobierno de autócratas 3P, constituyen la mezcla adecuada para llevar al país hacia el caos, con el ingrediente agregado de un proceso electoral superadelantado y con signos ominosos de ilegalidades e imposiciones.

El panorama para México y los mexicanos es ciertamente desalentador.  Podemos adoptar diversas actitudes, desde la típica del avestruz, hasta la del guerrillero, pasando por toda la escala imaginable de grises.  Lo importante es asumir el papel que a cada uno corresponde, en lo individual y lo social, para acometer este desafío con las mejores armas, si lo que queremos es que las cosas cambien.

Un punto fundamental es el papel que cada uno debemos jugar en este momento. Es muy común apuntar hacia los dirigentes, los líderes, los candidatos, señalando lo que deben hacer o no hacer en cada circunstancia.  Siendo importante opinar o sugerir, incluso exigir, lo que corresponde a cada uno es actuar en su espacio, individual y colectivo, para colaborar en la empresa de mejorar a México.

Todos necesitamos un punto de partida para nuestras acciones, los seres humanos, sociables por naturaleza, estamos hechos para pertenecer, sentirnos parte de un todo, identificarnos con otros.  La familia, los amigos, los grupos sociales, escolares, deportivos o religiosos responden a ello. 

En el terreno de la vida pública también requerimos de instrumentos para que nuestra participación sea efectiva.  Congregarnos con los que pensamos lo mismo sobre lo fundamental, en torno a lo que compartimos y deseamos para México, sentirnos útiles, ser útiles, servir.

Esa es la función de los partidos políticos, es la misión del PAN, que ha sido, para varias generaciones de mexicanos, el instrumento idóneo para participar en el desarrollo de sus comunidades, colaborar en su mejoramiento, ejercer liderazgo cívico, canalizar exigencias ciudadanas, y designar candidatos a puestos de elección popular que, una vez obtenido el triunfo, han representado los anhelos de la sociedad y avanzado en la construcción del bien común.

En los tiempos que corren, a 84 años de su fundación, Acción Nacional y los panistas, seguimos teniendo esta divisa, “…acertar en la definición de lo que sea mejor para México” (Gómez Morín, 1939).

POR CECILIA ROMERO

COLABORADORA

@CECILIAROMEROC

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