COLUMNA INVITADA

El papa invita a los cristianos a comprometerse en la trasformación de la realidad

El cristiano está llamado a "ensuciarse las manos", para "promover el bien y construir la paz y la justicia", esto sin perder el tiempo "en la cháchara", porque "la cháchara es una plaga".

OPINIÓN

·
Rubén Moreira Valdez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El papa Francisco, el pasado miércoles, en una audiencia general en la Plaza de San Pedro, dijo: "Muchos hablan, muchos hablan mal, muchos critican y dicen que todo va mal, pero luego, al final, pocos de éstos se comprometen en las grandes cuestiones sociales, económicas y políticas de hoy".  

Añadió, que el cristiano está llamado a "ensuciarse las manos", para "promover el bien y construir la paz y la justicia", esto sin perder el tiempo "en la cháchara", porque "la cháchara es una plaga".  

El papa llama a los creyentes al compromiso concreto con la sociedad, a través de la política, siempre a favor de los más pobres y necesitados. En su intervención hizo referencia al beato venezolano José Gregorio Hernández Cisneros, el llamado "médico de los pobres". 

En varias ocasiones, el papa ha señalado a este venezolano como modelo de virtudes cívicas y religiosas y recordado que ya en vida, por su compromiso, le llamaban el "santo del pueblo" y el "apóstol de la caridad". 

La fe, sostiene el papa, para José Gregorio fue "la estrella polar" que orientó su vida. Científico y profesor universitario de “una marcada inteligencia", fue ante todo "un médico cercano a los más débiles…”. 

El papa subraya que José Gregorio vio a Jesús "en los pobres, los enfermos, los emigrantes, los que sufren”. A él, lo movía el “deseo de vivir al servicio de Dios y del prójimo".  

La debilidad física que padecía no lo llevó a “encerrarse sobre sí mismo”, sino que lo “convirtió en un médico aún más sensible a las necesidades de los demás", señala el papa.  

José Gregorio daba testimonio de su fe “no con palabras sino con el ejemplo” y asumió su trabajo de médico como un sacerdocio.  

El testimonio de este hombre interpela a todos los creyentes, plantea el papa, e invita a que nos preguntemos: "¿Qué hago yo en el mundo, ante Dios presente en los pobres que están a mi lado?”. 

La figura de José Gregorio “nos estimula al compromiso ante las grandes cuestiones sociales, económicas y políticas de hoy", afirma el papa. 

E insiste en que todo cristiano está llamado a "ensuciarse las manos" en la trasformación de la realidad, para construir un mundo más justo y fraterno. 

José Gregorio, dice el papa, anunció el Evangelio con el compromiso de su vida a favor de los más pobres y necesitados. A ellos dedicó su vida.  

El beato venezolano murió atropellado por un carro cuando llevaba una medicina a un enfermo. Y dice el papa:  "Su viaje terrenal termina así, en una carretera mientras realizaba una obra de misericordia, y en un hospital, donde había hecho de su trabajo de médico una obra maestra". 

El Santo Pontífice gusta citar aquel pasaje del Evangelio de Mateo que dice: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí”. Bergoglio invita a construir El Reino en la tierra, con las consecuencias que eso significa. 

POR RUBÉN MOREIRA

Coordinador del PRI en la Cámara de Diputados 

EEZ