COLUMNA INVITADA

¿Querías ver a Taylor Swift?

Una simulación para esconder uno de los focos rojos de los eventos masivos: la reventa. Ocurrió con Taylor Swift, antes fue con Bad Bunny o Luis Miguel

OPINIÓN

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Salvador Guerrero Chiprés/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El fraude y la ingenuidad; la actitud delictiva y nuestro apetito legítimo por tener lo que ofrece el mercado y, si se puede, por qué no más; impunidad y ausencia de cautela; todos son binomios de riesgo en la compra venta de boletos en una época de eficiencia en general pero también de vulnerabilidad ante el permanente acecho delincuencial o de sesgos delincuenciales, incluso de las propias empresas formalmente establecidas.

Concierto de Taylor Swift —en las noticias también por las decenas de personas estafadas con boletos falsos en México y Estados Unidos— o de cualquier artista de generaciones menos juveniles, acechan falsificación de páginas, servicios o franco fraude de boletos.

En el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México los reportes se multiplicaron por cuatro en el periodo enero-agosto de este año en relación con el mismo de 2022.

En redes sociales o plataformas digitales se ofertan a través de intermediarios con prácticas similares a las de revendedores, amparados en la supuesta reputación de páginas expertas en boletaje, con operación en diferentes países, pero escasa o nula información sobre su constitución legal y ubicación física.

Una simulación para esconder uno de los focos rojos de los eventos masivos: la reventa. Ocurrió con Taylor Swift, antes fue con Bad Bunny o Luis Miguel. En España ha sido incluso con la Champions League.

Ante la esperanza de conseguir un ticket, las víctimas bajan la guardia, recurren a portales de “venta secundaria”, con precios hasta cinco veces superiores a los nominales y el riesgo de recibir boletos falsos, clonados, para otros eventos o con asientos que no corresponden a los comprados.

Uno de esos portales sobre los cuales se han viralizado comentarios de estafas es Viagogo. La página, que opera en diferentes países, anuncia entradas para cualquier espectáculo.

El caso de Alma Rosa Gutiérrez ilustra la forma de operar la estafa. El 18 de agosto compró dos boletos para un concierto de Diana Krall, el próximo 10 de noviembre. Tras un pago por 3 mil 654 pesos —mil 600 por cada uno más gastos de servicio— recibió un correo electrónico con el número de pedido.

Al recibir en su domicilio los boletos expedidos ya por la empresa oficial Ticketmaster descubrió que correspondían a una zona diferente a la adquirida y con un costo de 580 pesos cada uno. La mujer había pagado tres veces más. Ante el reclamo, la opción ofrecida por Viagogo fue (re)vender con ellos mismos sus tickets.

Para evitar este tipo de estafas es recomendable comprar en sitios autorizados, guardar el comprobante de pago, revisar reseñas y comentarios de otros compradores y desconfiar de ofertas para eventos de alta demanda.

Este tipo de casos exhibe la obligación de sujetarse a regulaciones que ya prohíben prácticas desleales en la venta de entradas. En la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano ofrecemos apoyo jurídico 24/7, gratuito, a cualquier parte del país.

POR SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS

COLABORADOR

@GUERREROCHIPRES

MAAZ