COLUMNA INVITADA

Los libros quemados

El escritor Ray Bradbury señala en su libro Fahrenheit 451, es “la temperatura a la que el papel

OPINIÓN

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Rubén Martínez Cisneros / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El escritor Ray Bradbury señala en su libro Fahrenheit 451, es “la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde”. Veo la fotografía en el diario La jornada del pasado 21 de agosto, donde un grupo de habitantes de San Antonio del Monte, Municipio de San Cristóbal de las Casas, queman unas cajas con libros de texto, los cuales son rechazados; imagino las letras retorciéndose en las llamas, el conocimiento hecho cenizas, una actitud deleznable.

Pienso en niñas y niños, que no tienen acceso a la educación y por ende a los libros, ellos quisieran tener unos de esos volúmenes devorados por el fuego, pero ya son cenizas, quieren aprender más, pero las mentes inquisidoras no les permiten.

Nos remitimos a la tesis de Josefina Edith Ruiz y Torres, A puerta cerrada: Inquisición y lectura en el Siglo XVI Novohispano, Ediciones Clandestino, donde señala, “El Santo Oficio actuó de manera directa y represiva pues las revisiones se efectuaban una vez impreso el libro; definida, pues creó un aparato censor bien estructurado, y rigurosa, pues las penas iban desde expurgar únicamente pasajes de los textos, hasta prohibirlos in totum y quemar obras íntegras. Se llegó incluso a castigar corporalmente tanto a autores rebeldes como a los lectores transgresores”.

En la mesa de los debates acerca de los libros de texto gratuitos, citó uno de toda la escaramuza de opiniones que se desató sobre ese tema, la esgrimida por el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, “no los he leído ni los voy a leer”, “al considerar que esos materiales educativos son “ideologizantes”, de acuerdo a la jornada.

Algo semejante sucedió en febrero de 1962, descrito por la investigadora Valentina Torres Septién, en el texto Los Libros de Texto Gratuito y Su Impacto en la Iglesia y en la Derecha Mexicana, contenido  en el  libro A 50 años de los libros de texto gratuitos donde detalla la actuación del ingeniero Elliot Camarena, dirigente de la Comisión Organizadora de la Unión Neolonesa de Padres de Familia, quienes se oponían al acuerdo oficial que ratificaba el carácter obligatorio de los libros de Texto Gratuito.

Torres Septién, toma las declaraciones de Camarena, recogidas por el diario El Norte, 11 de febrero de 1963, “Si lo aceptáramos ¿qué podrá impedir qué de un año para otra ese texto único y obligatorio traiga ideas tendenciosas que vayan llevando a nuestros hijos hacia la doctrina comunista?, más aún dice Camarena, “No lo he leído y no puedo jurarlo pero ¿Qué nos puede mandar de bueno el actual régimen de Cuba?

El personaje de Bradbury, Montag, “miró hacia la pared, más allá de ellos, en la que había las listas mecanografiadas de un millón de libros prohibidos. Sus nombres se consumían en el fuego, destruyendo los años bajo su hacha y su manguera, que arroja petróleo en vez de agua”.

La lectura sigue, “Los libros yacían como grandes montones de peces puestos a secar…bombearon el frío fluido desde los tanques con el número 451…”.

POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS

COLABORADOR

MAAZ