COLUMNA INVITADA

La historia que crea el cine

El cine ha sido, desde su invención, una poderosa herramienta para la recreación

OPINIÓN

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Ignacio Anaya Minjarez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El cine ha sido, desde su invención, una poderosa herramienta para la recreación y difusión de hechos históricos. Las películas históricas ofrecen a la audiencia una ficticia ventana visual al pasado, permitiéndoles explorar épocas y eventos que antes solo se podían imaginar a través de los libros o las clases de historia. Esta posibilidad de "ver" el pasado es especialmente relevante en una era donde la imagen tiene una importancia preponderante en la manera en que percibimos y entendemos el mundo.

No obstante, es importante tener en cuenta que la recreación cinematográfica de eventos históricos, aunque pueda parecer objetiva y fiel a la realidad, el famoso “basado en hechos reales”, está sujeta a múltiples interpretaciones y limitaciones. El cine, como cualquier otra forma de arte, se ve influenciado por la visión y el propósito del creador, lo que puede llevar a la modificación o incluso la distorsión de ciertos acontecimientos para adaptarlos a un guion particular o para transmitir un mensaje específico.

Un ejemplo lo encontramos en “El último samurái ". La película inspirada en la rebelión de Satsuma creó una imagen al momento de mirar ese pasado de la historia de Japón. Para empezar, los samuráis en la época de la revolución Meiji ya estaban familiarizados con las tácticas militares modernas y las armas de fuego. Saigo Takamori, líder de la rebelión de Satsuma, y en quien está inspirado el personaje de Ken Watanabe, no solo era un samurái, sino también un comandante militar moderno. Estableció una escuela de artillería, parte de su red de academias de bushido, además, Saigo vestía uniformes modernos y comandaba miles de soldados.

Este tipo de decisiones artísticas pueden dar lugar a críticas y reproches por parte de historiadores y espectadores que buscan una representación más precisa y fidedigna de los hechos históricos. Sin embargo, el cine, al igual que la historia, es una construcción. Toda película histórica, aunque se justifique estar basada en hechos reales, es una interpretación y una recreación de esa realidad, filtrada a través de la lente del director y su equipo. Así pues, dicho medio no solo reproduce realidades históricas, sino que también las crea y las moldea. ¿Quién no piensa en la versión de una película al momento de pensar en un personaje histórico?

Mientras que el cine ofrece una oportunidad única para explorar visualmente un tipo de pasado, las películas históricas son interpretaciones artísticas de los hechos. Aproximarse a estas recreaciones cinematográficas con un espíritu crítico y una mente abierta, puede ayudar a comprender que la realidad histórica es multifacética y sujeta a múltiples interpretaciones.

POR IGNACIO ANAYA

COLABORADOR

@Ignaciominj

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