ANÓNIMO ERA UNA MUJER

Consentimiento

La obra de Nina Raine explora las complejidades del sistema legal, las dinámicas del consentimiento y las cuestiones de género, poder y justicia.

OPINIÓN

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Melissa Moreno / Anónimo era una mujer / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La inglesa Nina Raine utiliza en sus obras el humor y la ironía para analizar situaciones actuales. Consentimiento, su cuarto trabajo, estrenado en el National Theatre en 2017, aborda temas como la aprobación y la violencia sexual.

En la obra, una mujer que alega violación, tres abogados, una actriz y una editora, disertan sobre la reflexión aristotélica sobre si “hacer justicia es buscar los argumentos a favor de tu adversario como los buscarías para tu propio beneficio”. La víctima denuncia ante un acusado que, asegura, fue una relación consentida.

Lo que ya es turbio, torcido y confuso deriva en un callejón revictimizado por los procesos legales y las artimañas del abogado defensor, quien está dispuesto a ganar sin importarle los daños que puede provocar, incluso a él mismo. 

También hay parejas que se exponen, se recriminan y se detestan, al punto de enfrentarse a sus propias incongruencias. La presencia de los litigantes adereza el conflicto: con sus conocimientos, poder, superioridad moral y cinismo, utilizan las leyes machistas para resolver los casos. 

Fuera de tribunales —donde están los egos, las infidelidades, los antagonismos—, la postura ética de los personajes cobra otro sentido. Una segunda violación los hace revisarse, despojándose de la jerga legal para legitimar sus violencias. Es aquí donde lo jurídico se vuelve personal y volvemos al dilema inicial: ¿cuál es la victoria legal, y cuál la justicia real?, ¿con cual se obtiene el perdón? 

Todo en la historia sucede a espaldas de alguien, sin el panorama completo, aunque todos juzgan. En todo momento, Raine traslada el proceso legal a lo cotidiano, de modo que las parejas entran a juicio en su propia casa, donde son juez y parte.  Sus palabras tienen el poder de culpar, confundir, responder, tranquilizar. Es personal y político. Los abogados manipulan (dentro y fuera de tribunales) y, parece ser, que no hay consentimiento que valga.

POR MELISSA MORENO
MELISSA.MORENOC@GMAIL.COM
@MELISSOTOTOTA

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