El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), su máximo órgano de decisión, revisó, analizó y aprobó diversos documentos el pasado 8 de septiembre, destacando el correspondiente al diseño y la documentación impresa de la boleta electoral y demás documentación con emblemas para el proceso electoral federal 2023-2024 en la que se renovarán, a nivel federal, la Presidencia de la República, senadurías y las diputaciones federales, y nivel local habrá elecciones de forma concurrente en las 32 entidades federativas.
Ante este enorme reto el INE aprobó, entre otras medidas, una serie de acciones que buscan optimizar tiempos y perfeccionar el trabajo relacionado con la organización y distribución de diversa documentación electoral. En este sentido, y con base en la Consulta Popular de 2022, en la elección extraordinaria de una senaduría en Nayarit, el procedimiento de Revocación de Mandato de 2022, así como la elección extraordinaria en una senaduría de Tamaulipas en 2023, destacan: menor consumo de papel, reducción del tiempo de impresión de las boletas electorales, mayor agilidad en las actividades de entrega-recepción de las boletas, etcétera.
En el mismo sentido, fueron tomas medidas tales como la supresión del campo de municipio en el diseño de la boleta electoral, así como su incorporación durante el procedimiento de conteo y sellado en las sedes de los consejos distritales; toma del corte más actualizado del padrón electoral para la producción de las boletas, entre otras.
No obstante, el INE aprobó que las boletas electorales para dicho proceso electoral fueran producidas en tamaño carta argumentando principalmente su viabilidad respecto a la cantidad de partidos políticos y candidaturas independientes.
Al respecto, vale la pena poner en contexto la propuesta presentada por la Consejera Electoral del INE, Carla Humphrey Jordan en el seno de la Comisión de Organización Electoral, órgano auxiliar del Consejo General, a través del “Informe sobre la presentación a las consejerías del poder legislativo y a las representaciones partidistas de la propuesta de diseño de la boleta electoral federal tamaño media carta” que, entre otras consideraciones, destacan los siguientes:
El costo de la boleta electoral tamaño carta tendría un costo de 578.5 millones de pesos, en tanto, la propuesta que la Consejera Humphrey presentó tendría un costo de 325.4 millones de pesos, es decir, un ahorro presupuestal de 253.1 millones de pesos.
La boleta electoral tamaño media carta permitiría generar economías por poco más del 50% respecto a la opción de tamaño carta ya que lograría una reducción de costos en la producción de la boleta electoral y otro tipo de documentación, permite la reutilización de las cajas paquete electoral en las que se integran dichas boletas, así como hubiese sido un factor importante para la reducción de los espacios requeridos para el almacenamiento de la documentación electoral.
Bajo estas consideraciones, la Consejera Carla Humphrey reiteró los beneficios de la boleta electoral tamaño media carta en la sesión del Consejo General en la referida sesión del pasado 8 de septiembre; sin embargo, dicho órgano colegiado determinó por mayoría de votos la utilización de la boleta electoral tamaño carta para el proceso electoral federal 2023-2024.
Lo que queda en adelante, es considerar los beneficios operativos de instrumentar la boleta electoral tamaño media carta para un proceso electoral posterior, ya que, además de los ahorros presupuestales importantes, trae diversos beneficios en materia de planeación y organización electoral.
Finalmente, debe de considerarse de igual forma, las diversas propuestas que ha formulado la Consejera Humphrey para instrumentar en mayor medida el uso de urnas electrónicas o inclusive el voto por internet al interior de la República; mecanismo que es ya utilizado para recibir la votación de las y los mexicanos residentes en el extranjero.
La autoridad electoral, el INE, así como los Organismos Públicos Locales Electorales de las entidades federativas deben buscar la modernización de diversos procesos que los coloque en el contexto de lo que vienen exigiendo tanto la ciudadanía como los diversos actores políticos: eficiencia electoral, austeridad en el uso de los recursos públicos e inmediates de los resultados electorales.
POR FERNANDO DÍAZ NARANJO
ANALISTA POLÍTICO
PAL