NOTAS SIN PAUTA

Las historias de Turati

En el oscuro panorama mexicano, donde la violencia desborda, Marcela Turati

OPINIÓN

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Arturo Rodríguez García / Notas sin Pauta / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En el oscuro panorama mexicano, donde la violencia desborda, Marcela Turati se destaca como una de las voces más valientes y comprometidas en la búsqueda de la verdad y la denuncia de la injusticia. Su incansable trabajo consiste en exponer las atrocidades desde la perspectiva de las víctimas y ha hecho escuela desde que en la primera década de este siglo la inseguridad irrumpió sin que el periodismo mexicano tuviera, por entonces, muchos asideros para reportarlo.

Su formación humanista, un paso intenso por la cobertura de la pobreza y la marginación, así como la adopción de técnicas literarias, le permitieron ser una de las periodistas que inauguraron una forma de contar la violencia.

A diferencia de muchos que incurrieron en excesos cuando lo narrativo se puso de moda en diarios y revistas, Turati se ha mantenido siempre rigurosa, explorando procesos investigativos y minería de datos obtenidos a partir de abrir fuentes de información sensible.

Nadie ha dedicado tanto tiempo y esfuerzo a investigar las fosas de San Fernando, Tamaulipas, esa tragedia que es un ejemplo conmovedor de periodismo de investigación y narrativo, que en parte se ha reunido en “San Fernando: última parada. Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas” (Aguilar, 2023), el más reciente de sus libros.

En 2010, quedamos atónitos ante la noticia de la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas. Este acto brutal, perpetrado con la aquiescencia e incluso la colaboración de agentes del Estado y un grupo criminal identificado como “Los Zetas”, hizo ver al mundo la peligrosa travesía que enfrentan miles de personas que intentan cruzar México en busca de un futuro mejor en Estados Unidos.

Pero también mostró la dimensión de los horrores que sufrieron y sufren cientos de miles de familias mexicanas. San Fernando no solo fue un lugar de dos masacres horrendas. Era un reducto de lo que ocurría y ocurre en gran parte del país: violencia criminal, mentiras oficiales e impunidad que se entrelazan de manera ominosa y que Marcela Turati se embarcó en una misión para descubrir la verdad detrás de las fosas clandestinas que se habían convertido en una tumba para innumerables víctimas de la llamada “guerra del narcotráfico”. De ahí que el título de su libro sea tan preciso como su obra toda.

El libro que acaba de salir al público es descrito por sus editores como un relato coral. Creo que es ante todo el desafío de la periodista que se convirtió en una figura fundamental en la cobertura de ese trágico episodio de la historia mexicana. Turati desafía a las organizaciones criminales, la corrupción de sus cómplices gubernamentales y a la indiferencia pública.

Con tenacidad se adentró en el mundo de las víctimas y sus familias, y contó sus historias de sufrimiento y resistencia con un nivel de detalle que pocos estaban (debo decir, estábamos) dispuestos a enfrentar. En su tiempo, sus reportajes revelaron la magnitud del problema, arrojando luz sobre la existencia de más de 193 fosas clandestinas en la región. También expuso las fallas sistémicas que permitieron que estas atrocidades ocurrieran, desde la corrupción policial hasta la falta de respuesta efectiva por parte del gobierno.

Y por hacerlo, con la más avanzada técnica de investigación periodística, fue sometida a investigación por la Fiscalía General de la
República.

En un gremio en el que la mezquindad campea, nadie puede negar que Marcela Turati es una heroína del periodismo mexicano y una defensora apasionada de los derechos humanos. Este libro, lectura obligada de 2023, es resultado de su valiente labor periodística, evidencia de la importancia del periodismo de investigación en la lucha contra la impunidad y la violencia.

Postdata: Desde el 3 de octubre de 2020 hasta este 17 de septiembre, he tenido el privilegio de co-conducir el programa “Periodismo de Emergencia” en Heraldo Radio. Hemos llegado al final de un ciclo que fue posible gracias a don Ángel Mieres, presidente del Heraldo Media Group, y a Franco Carreño, director general.

Dicen que cuando la gratitud es grande las palabras sobran, así que a ellos, así como a Hiroshi Takahashi, Roberto Aguilar, Ignacio Rodríguez Reyna, Brenda Ruiz y Karen Torres, con quienes compartí micrófonos, al equipo y a la audiencia, solo puedo decirles: ¡Gracias!

La columna Notas sin Pauta continuará apareciendo en este espacio como todos los sábados.

POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
COLABORADOR HERALDO RADIO
@ARTURO_RDGZ

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